EVANGELIO DEL DÍA

Evangelio 24 enero: "Extiende el brazo"

San Marcos 3, 1-6

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Evangelio 23 enero: "¿Qué está permitido hacer el sábado?"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El Evangelio del día 23 de enero con las lecturas de hoy:

Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3,1-6

En aquel tiempo, entró Jesús otra vez en la sinagoga, y había allí un hombre con parálisis en un brazo. Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. 

Jesús le dijo al que tenía la parálisis: "Levántate y ponte ahí en medio".

Y a ellos les preguntó: "¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?"

Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira, y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: "Extiende el brazo".

Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.

Primera lectura

Lectura de la carta a los Hebreos 7,1-3.15-17:

Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios altísimo, cuando Abrahán regresaba de derrotar a los reyes, lo abordó y lo bendijo, recibiendo de él el diezmo del botín. Su nombre significa "rey de justicia", y lleva también el título de rey de Salem, es decir, "rey de paz". Sin padre, sin madre, sin genealogía; no se menciona el principio de sus días ni el fin de su vida. En virtud de esta semejanza con el Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. Y esto resulta mucho más evidente si surge otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, que lo sea no en virtud de una legislación carnal sino en fuerza de una vida imperecedera; pues está atestiguado: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec".

Salmo 109,1.2.3.4

R/. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

Oráculo del Señor a mi Señor:

"Siéntate a mi derecha,

y haré de tus enemigos 

estrado de tus pies". R/.

Desde Sión extenderá el Señor 

el poder de tu cetro:

somete en la batalla a tus enemigos. R/.

"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,

entre esplendores sagrados;

yo mismo te engendré, como rocío,

antes de la aurora". R/.

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:

"Tú eres sacerdote eterno, 

según el rito de Melquisedec". R/.

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