"Lo hemos dejado todo y te hemos seguido"
Evangelio según san Mateo (19, 23-30) y comentario de José María Calderón, director nacional de OMP
Publicado el
3 min lectura
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 19, 23-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos».
Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo».
Entonces dijo Pedro a Jesús: «Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?». Jesús les dijo: «En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros».
Primera lectura
Lectura del libro de los Jueces 6,11-24a
En aquellos días, vino el ángel del Señor y se sentó bajo el terebinto que hay en Ofrá, perteneciente a Joás, de los de Abiezer. Su hijo Gedeón estaba desgranando el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Se le apareció el ángel del Señor y le dijo: «El Señor está contigo, valiente guerrero».
Gedeón respondió: «Perdón, mi señor; si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sucedido todo esto? ¿Dónde están todos los prodigios que nos han narrado nuestros padres, diciendo: el Señor nos hizo subir de Egipto? En cambio ahora, el Señor nos ha abandonado y nos ha entregado en manos de Madián».
El Señor se volvió hacia él y le dijo: «Ve con esa fuerza tuya y salva a Israel de las manos de Madián.. Yo te envío». Gedeón replicó: «Perdón, mi Señor ¿con qué voy a salvar a Israel? Mi clan es el más pobre de Manasés y yo soy el menor de la casa de mi padre».
El Señor le dijo: «Yo estaré contigo y derrotarás a Madián como a un solo hombre». Gedeón insistió: «Si he hallado gracia a tus ojos, dame una señal de que eres tú el que estás hablando conmigo. Te ruego que no te retires de aquí hasta que vuelva a tu lado, traiga mi ofrenda y la deposite ante ti». El Señor respondió: «Permaneceré sentado hasta que vuelvas». Gedeón marchó a preparar un cabrito y panes ácimos con unos cuarenta y cinco kilos de harina. Puso la carne en un cestillo, echó la salsa en una olla; lo llevó bajo la encina y lo presentó. El ángel de Dios le dijo entonces: «Coge la carne y los panes ácimos, deposítalos sobre aquella peña, y vierte la salsa». Así lo hizo. El ángel del Señor alargó la punta del bastón que tenía en la mano, tocó la carne y los panes ácimos, y subió un fuego de la peña que consumió la carne y los panes ácimos. Después el ángel del Señor desapareció de sus ojos.
Cuando Gedeón reconoció que se trataba del ángel del Señor, dijo: «¡Ay, Señor mío, Señor, que he visto cara a cara al ángel del Señor!». El Señor respondió: «La paz contigo, no temas, no vas a morir». Gedeón erigió allí un altar al Señor y lo llamó « el Señor paz».
Salmo de hoy
Sal 84,9.11-12.13-14 R/. Dios anuncia la paz a su pueblo
Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón». R.
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino. R.