Mabelé, la frescura de cantar al Evangelio

Y Mabelé siguió el proceso espontáneo y natural, el que hemos seguido tantos. En esto de la música católica no se empieza por ser la apuesta y el producto de una multinacional de la industria de la música, ni por ganar un concurso de talentos, ni por otros intereses artificiales y ajenos a uno mismo.

Aquí se empieza de “currito”, se reza cantando, se canta rezando y se trastea con la guitarra en el coro parroquial, en el grupo de fe, ani-mando las celebraciones, los ratos de oración…se va dejando uno hacer y empapar por la música inspirada, aquella que nace de la fe… y comienza uno a sentir que la música es un universo de encuentro con Dios, lleno de matices y riquezas. Cuando te quieres dar cuenta, descubres que haces un servicio en tu comunidad, y sin ser consciente, te ves cantando en otras comunidades y sirviendo a más gente… y de pronto, te levantas un día grabando esas canciones y ofreciéndolas a un grupo mayor de gente… y llegan los conciertos, y más grabaciones, pero no abandonas las celebraciones de fe y sigues siendo el currito de tu comunidad… lo que fuiste es lo que eres.

Sigues siendo ese cantor que presta un servicio, y nunca una estrella inaccesible que tiene fans en vez de hermanos. Ese es el itinerario también de Mabelé, un grupo nacido en la vida parroquial, que se despliega a más comunidades para prestar un inequívoco servicio vital y asumido: Transmitir la experiencia de amor incondicional de Dios.

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Mabelé, la frescura de cantar al Evangelio

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Mabelé, en Lingala (unas de las lenguas de R.D. Congo) significa tierra fecunda, y queremos ser tierra fértil, en la que florezca la Palabra de Dios. Mabelé hace música des-de hace cuatro años. En su origen lo conformaban tres personas: Miguel Ángel, Paco y María Luisa. Pero Paco se reunió demasiado pronto con el Padre… y tras un periodo de barbecho y a raíz de un Encuentro de Músicos Católicos, de la Conferencia Episcopal Española, retomaron su actividad, con la vocación de elaborar temas propios. Entonces se unió al grupo Alfredo, y otros componentes que lo han enriquecido con su presencia du-rante el tiempo han compartido como integrantes del mismo.

La casa común

Actualmente es un grupo compuesto por cinco personas: Marta, percusionista, una joven, que actualmente está preparando selectividad; Miguel Ángel, bajista; Enrique, guitarra acústica; Alfredo, guitarra eléctrica y María Luisa, vocalista. Mabelé es una familia de familias. Marta es hermana e hija; Miguel Ángel y Enrique son padres de familia; Alfredo y María Luisa son matrimonio y padres. Aunque la parte visible del grupo son cinco miembros, el corazón de Mabelé está formado por veinte personas. Tienen un tesoro y quieren compartirlo. El tesoro es la experiencia del amor incondicional de Dios, y la alegría de vivirlo en la vida cotidiana y compartirlo en cada uno de los ámbitos en los que se desenvuelven.

Lluvia fresca

Los cristianos tenemos la responsabilidad de transformar el mundo desde la alegría y la dulzura. Tenemos la llamada de construir el Reino, poniendo a la persona en el centro.

Normalmente asociamos la música católica al entorno parroquial: Eucaristía, oraciones... ellos quieren ir más allá, como dice el papa Francisco, salir al encuentro… y qué mejor herramienta que la música, para entrar en los trayectos en el coche, en los ratos de limpieza de la casa, en la práctica deportiva ¡incluso en la ducha!… en todos esos ámbitos cotidianos, tiene cabida la música católica contemporánea. Mabelé es como la ropa de diario, vienen de entornos parroquiales, de poner música en oraciones, eucaristías, encuentros… la primera vez que tocaron en un escenario fue en el festival Laudato, en Adra, y desde ahí comenzaron a invitarles a distintos encuentros y festivales, de manera que entre las citas diocesanas y las más lejanas geográficamente, su agenda se fue escribiendo con música y Evangelio.

Lolo (Canción al Beato Lolo)

El servicio de la música les está regalando conocer mucha gente buena. Además, viven como un privilegio tocar junto a músicos que han sido referentes en su vida de fe. Conocer a las personas que hay tras esos referentes y descubrir gente sencilla, cercana, les ayuda a sentirse familia e Iglesia. Actualmente Mabelé cuenta con un EP con cinco temas: “Seremos Canto”. Vio la luz en julio de 2019. Todos están producidos por José Ibáñez. Los temas son: Camino, Verdad y Vida habla de la experiencia de los discípulos de Emaús. Hombre de Fe, habla de San Josaé y de cómo lo transmite la tradición de la Iglesia. Lluvia Fresca es una relectura del salmo 27. Seremos Canto nos invita a transmitir la luz y alegría que vienen de Dios, a ser la sal de la tierra y la luz del mundo. Misión es un tema que compusieron con motivo del año de la Misión Diocesana de Jaén, y que can-tan junto a hesed y José Ibáñez. Posteriormente ha sido el himno del Congreso Nacional de Laicos, organizado por la Conferencia Episcopal Española.

Misión

Desde entonces han producido más temas que han ido publicando en las redes sociales y el canal de YouTube. Podéis encontrarlos como @mabelemusicacatolica en Youtu-be, Facebook, Instagram, Twiter y TikTok. Estos nuevos temas son: Lolo es una canción dedicada al Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, que les han encargado para la cele-bración del centenario de su nacimiento. Soy María es una canción a nuestra Madre, ins-pirada en el libro “Soy María” de On Creaciones, publicado por Edelvives. Entra en mi ca-

sa es una canción que ha nacido en el confinamiento. También han participado en la canción solidaria Con tu aire en mis adentros, elaborada conjuntamente en el confi-namiento, por el “grupo” Nos vemos a las seis. Han colaborado en un proyecto ecuménico, que pronto verá la luz: La Bendición. Y su última producción: La casa común es un canto que nos invita a cuidar de la creación, respondiendo al llamado del Papa Fran-cisco, y en la celebración de los cinco años de la encíclica Laudato Si. Este tema, producido por Gerson Daniel Pérez, es un acto de amistad y de comunión venezolano- jiennen-se, y en el mismo participan junto a Mabelé, Carlos & Carito, José Ibáñez y Gerson Pérez.

Soy María

Desde que se pusieron al servicio del Evangelio a través de la música, han tenido la suerte de tocar en muchas parroquias y celebraciones diocesanas. Además han participado en dos ocasiones en el Festival de Artes e Oraçao, en Fátima; en tres ocasiones, en el Festival Laudato Si; en el Talithakum; en actos de Radio María, además de en la Gala conmemorativa del 20 aniversario de Radio María; en el Festival Mambré; en el Festival de la Divina Misericordia, en el Eremitorio de Nuestra Señora de la Luz… y en distintos encuentros y eventos solidarios.

Seremos Canto

Quieren aportar un toque de alegría, la alegría de ser cristianos; también un soplo de esperanza, y recordar que somos la sal de la tierra, la nueva humanidad que puede cons-truir un mundo más justo, más humano… Así se sienten: ¡estamos llamados a construir el Reino desde el Amor!