La oración del día: Miércoles de la Octava de Pascua
Nos adentramos un poco más en la vivencia del Misterio Salvador
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Este miércoles, cuarto día de la Octava de Pascua, nos adentramos un poco más en la vivencia del Misterio Salvador. El Señor ha Resucitado ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡El que por nosotros colgó del madero vive para siempre! ¡Aleluya! Nosotros sólo hemos de gloriarnos en la Cruz de Jesucristo. Él es nuestra Salvación, Vida y Resurrección.
Este es el Único Nombre que se nos ha dado para rescatarnos del peso del pecado en el Cielo y en la tierra. ¡No tengo oro, ni plata que darte. Sólo te doy cuanto poseo: El Señor Jesús, la Buena Noticia de la Redención. Estas palabras de Pedro al tullido se compaginan con las de Cristo a los discípulos de Emaús. En ese momento que rodea este cuarto día de Gloria Pascual, Lucas presenta a dos discípulos que van camino de una pequeña aldea lamentándose de los acontecimientos vividos con la Muerte del Maestro lo cual hace que se sientan defraudados.
"Oh Dios,
que todos los años nos alegras
con la solemnidad
de la resurrección del Señor,
concédenos, a través de la celebración
de estas fiestas,
llegar un día
a la alegría eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios
por los siglos de los siglos.
Amén."