La oración del día: Santa Bernardette

La experiencia mística de Dios y de la Virgen abre el corazón de muchos a la perfección y la Santidad de vida. Un ejemplo claro es Santa Bernardette Subirous que se celebra ocho días después de las apariciones de la Virgen en Lourdes a la que ella vio. Nacida en 1844 en este pueblecito el ambiente familiar está imbuido de mucha Fe dando gracias a Dios por lo que tenían en medio de la pobreza que asolaba a la familia Subirous.

Bernardette contará que un día iba con otras amigas a por leña junto a la orilla del río Gave y que notó una brisa. Cuando alzó la mirada vio a una Mujer muy hermosa con dos rosas en sus pies y con un Rosario en la mano. Ella no se sentía capaz de santiguarse pero cuando la Mujer lo hizo, ella también le siguió con tanta facilidad. Tras varias apariciones le pidio que le construyesen allí un Santuario que cristalizó en la Basílica de Lourdes.

Al mismo tiempo, la Virgen le pidió excavar en una zona alejada del río de donde brotó un manantial que ha sanado a mucha gente. Después de aprobar las apariciones la Iglesia. Después de eso, Bernardette se sintió llamada a la vida consagrada. El carisma fue las Hermanas de la Caridad en Nevers fundada por Juna Bautista Develayne en 1680. El consejo de este sacerdote en la fundación fue “No tendrás otras preocupaciones que las de la Caridad. No tendrás otros intereses que los de los desafortunados”.

Imbuida de este espíritu, ingresó Santa Bernardette que experimentó al incomprensión de las Superioras, al mostrar su condición de alma muy querida por Dios. Dentro del Convdento pasó por diversos servicios como fue encargada de enfermería o sacristana. Después le sobrevino el asma crónica que le postró durante nueve años en cama debatiéndose siempre entre la vida y la muerte. Santa Bernardette Subirous, la niña que vio a la Virgen Inamculada en la Gruta de Masasabielle muere en 1879. Pío XI la beatificará y la canonizará.

Oración

¡Oh bienaventurada Bernardita!

Acuérdate que la Virgen te dijo en la Gruta: "Ruega por los pecadores",

para que se conviertan y hagan penitencia.

Ruega por mí, pecador, para que Dios perdone mis pecados.

Ruega por mí a María Inmaculada, pues confío en que te concederá cuanto la pidas,

porque fuiste su confidente en la Gruta de Lourdes.

Así como Ella te prometió "hacerte feliz en el otro mundo", te concederá que hagas felices

a los que devotamente acudan a ti.

A ti, pues, acudo humildemente, suplicándote no me dejes

ni me abandones hasta verme contigo en el cielo.

Amén.