SANTORAL

La Encarnación del Señor

Comentado por Jesús Luis Sacristán

La Encarnación del Señor
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Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

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Existen días que, aunque se celebren en una sola jornada, encierran una Gran Fiesta. Hoy celebramos la Encarnación del Señor. Se trata de uno de los principales Misterios detrás de la Pascua de Resurrección y de Pentecostés. “Establezco hostilidades entre ti y la Mujer. Entre tu estirpe y la Suya. 

Ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón”. Así prometía Dios la salvación al género humano en el Paraíso. Esta promesa de Redención se hizo realidad al cumplirse la plenitud de los tiempos cuando envió Dios a su Hijo, nacido de Mujer para rescatar a los que estaban bajo el peso de la Ley y recibir el don de ser hijos por adopción. 

Es San Lucas el evangelista que nos cuenta cómo el Señor envía al Arcángel San Gabriel a Nazareth de Galilea para ofrecer a una Virgen de nombre María, desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David el ser su Madre. El Plan de la Providencia es concebir un Hijo por obra del Espíritu Santo al que llamará Jesús, cuyo Reino no tendrá fin. 

Prueba de todo esto es que su pariente Isabel, que era estéril, ha concebido un hijo y ya está de seis meses. María acepta desde la sencillez y la confianza en el Cielo, proclamándose la Esclava del Señor. Así comienza el Designio Salvífico sobre el hombre, tal y como viviremos estas próximas jornadas con los Misterios Centrales de nuestra Fe. 

En el siglo IV ya se celebraba la Anunciación. Aunque es verdad que el Ángel anuncia a La Virgen que será la Madre del Salvador, la Iglesia ha querido llamarla “La Encarnación del Señor”. El Concilio de Toledo la estableció y la Iglesia la adoptó justamente cuando faltan nueve meses justos para el Nacimiento de Cristo.

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