San Manuel González

El Dios que se nos ha manifestado, nos revela que se queda también de forma permanente en el Pesebre que encontramos cada día que es el Sagrario. Cada Santo ha tenido ese encuentro íntimo con el Señor y algunos muy especialmente, como el de hoy: San Manuel González. Nacido en Sevilla en el año 1877, su familia es muy humilde y bastante religiosa. 

Esa fue la gran formación que recibió. Su fervor le hizo de pequeño, formar parte de los seises, que bailan ante el Santísimo Sacramento en la Catedral sevillana en las Celebraciones Eucarísticas muy especiales como el Corpus Christi o la Inmaculada el 8 de diciembre. Tras ingresar en el Seminario, muestra gran sensibilidad por los trabajadores. 

Con ellos hizo una peregrinación a Roma y León XIII se admiró de su fervor, así como su cercanía evangélica a los obreros. Colaborador en El Correo de Andalucía, una vez ordenado es destinado a Palomares del Río. Allí cuenta que siente la luz del Sagrario ante sus problemas. Cuando se acercaba de rodillas sentía que el Señor Sacramentado derramaba gracias abundantes. 

Sin embargo no era correspondido. En Huelva fundaría la primera Familia Eucarística Reparadora, para deshacer la indiferencia que se encontró allí. También fundó las Marías de los Sagrarios. Designado Obispo de Málaga siguió potenciando el amor a Cristo Eucaristía. Posteriormente fue a Palencia. 

Allí forjó la Revista de espiritualidad eucarística el Granito de Arena. También funda las Religiosas Eucarísticas de Nazaret, popularmente conocidas como “las Nazarenas”. San Manuel González muere en Madrid el año 1940. Se le conoce como “el obispo de los Sagrarios Abandonados”.