SANTORAL

San Nicolás de Flüe

Comentado por Jesús Luis Sacristán

San Nicolás de Flüe
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Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

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La mejor forma de alcanzar a Dios es pasar por tribulaciones para unirnos a los sufrimientos que tuvo par redimirnos. Este viernes, en medio del clima de recogimiento y oración propios de la Cuaresma, el Santoral nos presenta a San Nicolás de Flüe. 

Suiza vería nacer a este hombre en 1417, un año en el que se ponía fin al Cisma de Occidente. Había sido una etapa de verdadero desencuentro y pruebas ante la división en el seno de la Iglesia con la elección de tres Pontífices al mismo tiempo. Ahora con la elección de Martín V se resuelve el problema. 

Hijo de una familia de humildes labradores, recibe una educación esmerada en la Fe. De hecho, siempre fue muy espiritual. Por ejemplo se entrega a la oración y a largos momentos de ayuno. Concretamente vivirá esto cuatro días a la semana. 

Su fama corre por todos los lugares y el propio Obispo le visita, bendiciéndole su humilde celda, con una ventana cercana a una Iglesia en la que podrá participar y seguir la Santa Misa. Lo llamaron el “Hermano Klaus”. 

Metido en este ayuno rigurosísimo por espacio de dos décadas, rechaza algunos cargos que le proponían a nivel político. De hecho, son contadas las veces en que deja su retiro y su vida de ermitaño. Pronto le sobreviene una dura enfermedad que asume con paciencia y alegría cristiana. Cuando surgían conflictos le llamaban para que ayudase a solucionarles. 

Así le llega el momento de ir a la Casa del Padre en 1497, el que fue un verdadero ejemplo de santidad y pacificación en los ambientes que le tocó estar. Mantuvo un estrecho contacto con los monjes de La Alsacia.

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