La fiesta de hoy: El Bautismo del Señor, manifestación del Mesías adulto

El Bautismo del Señor: Manifestación del Mesías Adulto

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

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El Misterio Salvador va dando los pasos para redimir a los hombres y lo hace de forma progresiva y pedagógica como vemos en el Año Litúrgico. La conclusión de los días del Nacimiento del Señor se viven con la Epifanía palabra griega que significa “manifestación de Dios a los hombres”. Tras la Epifanía del 6 de enero para mostrar que Cristo viene a salvar a todos los hombres, y no sólo a los judíos, mañana vivimos la segunda Manifestación que es El Bautismo de Jesús.

El Evangelio cuenta cómo Juan Bautista se presentaba como la voz que grita en el desierto “Preparad el camino del Señor”. Muchos se reconocen pecadores y se sumergen en el Jordán para ser bautizados por el Precursor. Este bautismo es prefiguración del que instituye el Maestro. Eso quiere decir que la inmersión en las aguas es un gesto de prepararse a la Llegada del Mesías, pero no borra el Pecado Original. Entonces el Salvador viene desde Galilea y cuando se acerca a su Primo éste se niega a derramar agua sobre Él.

Y es que le reconoce como el Cordero de Dios a quien había presentado como el que venía detras´de él y a quien no era digno de desatarle la correa de sus sandalias. Entonces el Señor le recuerda que “es necesario cumplir en ese momento con lo que es Justo”. Entonces derrama agua sobre su Cabeza y cuando sale del agua se abre el Cielo y aparece el Espíritu Santo en forma de Paloma aleteando sobre Él. Y se oye una Voz del Cielo que es el Padre, que presenta a Cristo como su Hijo en Quien se complace”.

Así se manifiesta Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo. En el año 300 la Iglesia Oriental celebraba esta Fiesta junto a la Epifanía del Señor, el 6 de enero. En Occidente se celebraba en el Oficio Divino, hasta que en 1969 se instauró el Domingo siguiente al día 6. En los lugares donde no es fiesta civil, las Conferencias Episcopales la celebran el lunes siguiente a la Epifanía. De esta manera, da comienzo el Tiempo Ordinario, el más largo del Año Litúrgico, que se verá interrumpido el próximo 22 de febrero con el inicio del Ciclo Cuaresmal.