Beato Cardenal Spínola artesano de la Doctrina Social de la Iglesia

Siempre nos adentramos en la escala de los canonizados es lo habitual en nuestra búsqueda de los Santos. Pero no podemos descuidar la beatificación que es el paso canónico antes de ser canonizado como Santo. Hoy, II Domingo del Tiempo Ordinario, la Iglesia nos presenta al uno de ellos. Se trata del Beato Marcelo Espínola. Nacido en San Fernando de Cádiz en 1835, procede de familia muy bien posicionada y de relaciones públicas al más alto nivel.

De hecho, su padre es oficial de la armada y marqués de la Corona. Marcelo quiere seguir una línea de estudios y preparación que nada tiene que ver con la senda que han seguido sus antecesores en la familia. Por eso se hace Licenciado en Derecho, pero sin perder el elemento diferencial con sus antepasados. Se trata de su faceta altruísta y servicial cuando todos sus conocimientos los usa para defender a los necesitados. 

Esto le vale el apelativo de “abogado de los pobres”. Ordenado sacerdote a edad tardía, Marcelo funda con las Esclavas del Divino Corazón en Coria, junto a la seglar Celia Méndez. Ella había ido un día en busca de atención espiritual tras enviudar, porque buscaba un camino de servir a Dios y así surge este nuevo carisma en la Vida de la Iglesia.

Dedicadas a la oración y al apostolado se expanden por España y por América. Nombrado obispo auxiliar de Sevilla fue posteriomente titular de Coria-Cáceres, Málaga y la propia Sevilla. Hombre de gran humildad fue creado Cardenal por San Pío X. Potenció la preocupación por los obreros y fundó el Correo de Andalucía. El Beato Marcelo Spínola muere en 1906, quedando como un hombre sencillo y gran aplicador de la Doctrina Social de la Iglesia.