Día de Témporas. San Atilano y San Froilán

"De bien nacido es el ser agradecidos" dice el refrán. Hoy es el Día de Petición y de Acción de Gracias, con el que los cristianos muestran su gratitud a Dios. Esta celebración surge con ocasión de agradecer a Dios los frutos recolectados después de la cosecha en el tiempo estival. De la misma forma, antes del verano, se bendicen los campos en torno a San Isidro, para pedir una buena cosecha. Aprovechando esto, la Iglesia nos invita también a agradecer al Señor todos los bienes espirituales y humanos que nos da.

Pero esta vivencia que, ha quedado reducida a un día, también tiene una dimensión de petición y de perdón, sentido que se puede vivir en las jornadas siguientes cuando no coincida con ninguna fiesta o memoria litúrgica obligatoria, con una Misa de perdón y otra de petición, en dos días sucesivos. El propio Cristo, nos invita en el Evangelio a pedir confiadamente: “Pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá. Porque quine pide recibe, y al que llama se le abre”.

También el Antiguo Testamento, nos recuerda que Dios no quiere la muerte del pecador sino que se convierta de su mal conducta y que viva. Y en el Prefacio de la Liturgia del Tiempo Ordinario que se lee en esta jornada escuchamos: “Pues aunque no necesitas nuestras peticiones, ni nuestras oraciones te enriquecen, Tú mismo inspiras y haces tuya nuestra alabanza”. Anteriormente se celebraban tres días distintos: uno de Petición, otro de perdón y otro de acción de gracias.

También en este día recordamos a San Atilano, monje. Nacido en Tarazona y formado en el monasterio Bendictino cercano, más tarde es destinado a Sahagún en la zona de Liébana. Fue el primer obispo de Zamora y su Patrono. Al mismo tiempo conmemoramos a San Froilán, oriundo de Lugo. También monje y, posteriomente, obispo de León. Ambos Santos se conocieron y mantuvieron una gran amistad.