SANTORAL 4 OCTUBRE
La historia de San Francisco de Asís, la pobreza del Evangelio
En el Santoral del 4 de octubre recordamos a San Francisco de Asís, fundador de los franciscanos
Madrid - Publicado el
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Dios siempre hace hincapié en su proyecto de Salvación para el ser humano. En cada época según la necesidad que ve en el hombre, se detiene en un punto que necesita mayor relevancia tal vez porque no se ha vivido debidamente, o tal vez para aprobar lo que ya se hace invitando a seguir en esa línea de continuidad. El caso es que la pobreza de espíritu es algo que señala Cristo y los Santos lo han imitado, aunque algunos han querido que ese fuese su buque insignia.
Uno de esos servidores desde la pobreza es San Francisco de Asís cuya festividad celebramos hoy. Nacido en Asís, un pequeño pueblecito de Italia, se llama originariamente Juan y es hijo de un comerciante muy rico, al que no le faltaba nada. Y ya que le ha nacido un hijo varón es preciso inculcarle el afán de tener.
Un día Juan descubre la riqueza mayor que viene de Dios. El padre lo desaprueba y quiere ante el obispo que el hijo recapacite. Pero Juan se despoja de sus bienes, se los da al padre, se vista una túnica de sayal y se llama desde entonces Francisco. El obispo lo aprueba. Un día cuando está en San Damián el Crucifijo le habla y le pide que repare su Iglesia que amenaza ruina.
Francisco hace una colecta pensando que se trata de ese Templo quen sí estaba deteriorado. Hace una colecta y cuando lo lleva en bien de la Iglesia, descubre un sentido más profundo de cuanto él había imaginado. Varios compañeros se le juntan y surge la Porciúncula, el primer lugar donde se forjan los franciscanos.
En un gesto de comunión con el Papa, Francisco marcha a presentarle el proyecto. Honorio III aprueba la congregación que abarca los franciscanos, la orden tercera seglar y las damas pobre sde San Damián. Estas últimas tienen la ayuda de Santa Clara, su paisana. Hombre que vive la pobreza hasta el extremo, su hábito es precisamente un sayal.
Gran descubridor de Dios en las criaturas es el introductor del Belén tras su visita a los Santos Lugares cuando en la Nochebuena de 1224, durante la Misa del Gallo, elabora las figuras del Niño Jesús, la Virgen, San José y el buey y la mula, apoyándose en la tradición de San Lucas que habla del establo donde nació. Muere en 1226 dejando una gran huella para la Iglesia.