Infraoctava de Navidad (VII): La Sagrada Familia
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La contemplación del Dios que Nace se torna hogareña y llena de paz, ante el Nacimiento que lleva 800 años de andadura desde que lo instaurase San Francisco de Asís como cuenta la tradición. En este VII Día de la Octava, y domingo siguiente a la Natividad del Señor, la Iglesia celebra a la Sagrada Familia. Seguimos contemplando el Nacimiento que es centro de atención en los hogares en un clima netamente familiar.
Dios quiso venir en el seno de una Familia. Hijo de José, el carpintero de Nazareth, que procedía de la estirpe real de David en Belén, y de María, hija de Joaquín y Ana. En este ámbito el Niño iba creciendo y robusteciéndose en gracia y sabiduría ante Dios y los hombres. La Sagrada Familia de Belén es ejemplo de unidad y de amor. Allí se agradece al Dios del Cielo todos los beneficios de cada día.
Nazareth es escuela de oración, donde la mano amorosa de la Providencia se descubre en todo momento. Es lugar de formación porque allí, el Dios Hecho Hombre aprende todas las cosas bajo la tutela de sus padres. Jesús, José y María son el mejor modelo para todas las familias del mundo, para ser la célula que articule la sociedad. Cada uno de los miembros asume su papel, que no es otro, que la misión que Dios le ha encomendado.
José es el casto esposo. El hombre de bien, que cumple con su tarea porque sigue las sendas de la verdad. Cuanto emprende tiene buen fin. María es la mujer hacendosa. Prototipo de las mujeres hacendosas a las que canta el Libro de los Proverbios en el Antiguo Testamento. Vale mucho más que las perlas. Ella es el orgullo de nuestra raza. El Papa San Pablo VI fue el que potenció esta Celebración de la Sagrada familia.En este día, la Iglesia conmemora al Papa San Silvestre.