Miércoles Santo, la traición y la Redención a punto
Judas se ha acercado a los Sumos Sacerdotes para mostrar su disposición a responder a su llamada de entregarles al Señor
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Todos los preparativos de cualquier celebración tiene un comienzo y un fin para dar paso al acontecimiento propiamente dicho. Hoy es, precisamente, Miércoles Santo. El momento culminante se acerca. Es la ocasión de que el Hijo del Hombre sea entregado. En esta proximidad al Triduo Pascual el Evangelio nos presenta la Cena entrañable del Señor con los Doce.
En ese contexto Judas se ha acercado a los Sumos Sacerdotes para mostrar su disposición a responder a su llamada de entregarles al Señor. La tasa es de treinta monedas de plata. Después se une a la Mesa en el Cenáculo. Una vez todos los Apóstoles con el Maestro, Él les anuncia que se va a la muerte como se ha escrito, por uno de los más íntimos que le va a traicionar. Ya estaba todo escritos en las Profecías del Antiguo Testamento. Pero "¡Ay! del que lo entrega. Más le valdría no haber nacido".
El santoral de hoy, Miércoles Santo, 31 de marzo
El que come en la mesa conmigo es el primero en traicionarme. Uno a uno le preguntan hasta que judas descubre él mismo al preguntar su traición. Dijeron los impíos: “Talemos el árbol en su lozanía. Arranquémoslo de la tierra de los vivos”. Ya se acercan los días Santos de la Pasión del Redentor. Tiene que cumplirse la Escritura. Cuando levantéis al Hijo del Hombre sobre el Árbol de la Cruz, sabréis que Yo Soy”.
Es el momento de que le grano de trigo caiga en tierra y muera porque sino queda infecundo y no puede dar fruto. Llega la ocasión para dar a luz a la otra vida con todo lo que ello supone, pero como la mujer que alumbra al fruto de sus entrañas después del parto, podemos ver cómo todo ha merecido la pena. Sólo en Dios descansa mi vida. Alma mía, ¿por qué te me turbas? Espera en Dios que volverás a alabarlo. Salud de mi rostro, Dios mío.