Nuestra Señora de La Almudena, Muralla de Dios

La Virgen siempre es la mejor muestra de la Fortaleza y la Misericordia de Dios en medio de las dificultades del mundo. Hoy recordamos una celebración muy entrañable como es Santa María La Real de la Almudena. Tal y como cuenta la historia, Santiago Apóstol cuando vino a Hispania, llegando hasta el Finisterre trajo esta Imagen de la Señora consigo para ponerla como Abogada en su tarea misionera y evangelizadora.

El año 711 llega la invasión morisca y entonces los cristianos que profesaban una gran devoción a esta talla, la escondieron para evitar su profanación. Siglos más tarde, el rey Alfonso VI tuvo noticias de esa Virgen guardada en un muro con dos velas a su lado. Entonces organizó una Novena y una Procesión para pedir que la descubrieran siguiendo los datos que había en la antigüedad y que se habían contado.

Entonces el 9 de noviembre del año 1085, se rompió el frente de la Torre de una muralla de la Puerta de la Vega, apareciendo la añorada Talla de la Virgen ocultada en la dominación musulmana por los cristianos. Posteriormente, en el siglo XIV aparecerá Documentación que hablará de la Advocación de la Almudena, Título con el que los madrileños han venerado desde tiempos inmemoriales a una Imagen de la Virgen.

Coronada en 1948, Pablo VI la declaró Patrona de la Archidiócesis de Madrid en 1977. En el año 1993 el Papa San Juan Pablo II durante su cuarta visita a España la consagró como Catedral de la Archidiócesis madrileña el 15 de junio. El nombre de Almudena viene de la muralla o almudith que llamaban a los muros donde estaba la Señora y que se derrumbó cuando pasó por delante de ella la Procesión.