Nuestra Señora de Guadalupe, Protectora del Nuevo Mundo
Madrid - Publicado el
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Sentir el amor de la Virgen llena de paz y dulzura. Pero hay Títulos Marianos que marcan especialmente la impronta de la sencillez. Hoy es Nuestra Señora de Guadalupe, cuya aparición tuvo lugar en el siglo XVI en México. Es un Título Mariano que refleja la ternura del Amor de Dios a los hombres a través de su Santísima Madre y dirigido a un sencillo indio que rebosa, precisamente, de esa cercanía del Señor.
Diez años después de la conquista de la capital azteca, el indio Juan Diego, iba a Misa al Convento de Tlaltetolco, cuando él mismo cuenta cómo oyó un revolotear de pajarillos, iluminándose la montaña que había en aquel lugar. Al sentir una llamada, sube a la cumbre, encontrando a la Virgen rodeada del arco iris con una Luz Celestial. Sus palabras traspasaron su corazón sintiendo un profundo ardor espiritual que le aumentó más su Fe.
La Señora se le presentó como la Inmaculada Concepción, Madre del Verdadero Dios, encargándole la construcción allí de un Templo desde donde Ella protegiese a todos, mostrando su misericordia a cuanto pidiesen su amparo y protección. El Obispo español Juan de Zumárraga, al principio no creyó, pero cuando la Virgen le dio una señal con ramo de flores y una tilma, en la que apareció su Imagen, lo asumió profundamente.
El 12 de octubre de 1895 la Bendita Imagen de la Santísima Virgen fue coronada por decreto del Santo Padre, León XIII, y el 12 de octubre de 1945, en el cincuentenario de la coronación, su Santidad Pío XII en su célebre radio mensaje a los Mexicanos le aplicó el titulo de Emperatriz de las Américas. A lo largo de los siglos, los Papas la han propuesto como Patrona y Abogada de la evangelización del Nuevo Continente.