SANTORAL 24 NOV

El hombre que llevó a Cristo a Vietnam hasta dar la vida

San Andrés Dun-Lac fue vendido de niño y comprado por un catequista. Desde su conversión, él y sus compañeros, se entregaron por la causa del Evangelio. 

El hombre que llevó a Cristo a Vietnam hasta dar la vida

Jesús Luis Sacristán

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Con razón los Pontífices han señalado continentes como Asia como "la esperanza de la Fe". Por mucho paganismo que se extienda, siempre surge la semilla del Evangelio que va cubriendo los terrenos más inhóspitos hasta florecer Cristo. Esto le sucedió a San Andrés Dun-Lac y sus compañeros mártires que en el siglo XIX difundieron a Dios por todo el territorio vietnamita.

Andrés nace en una familia humilde y muy pobre. Su forma de ser es muy ruda y no entienden lo que es la liberación de Cristo. Por ello, cogen a su hijo y, para no verle morir de hambre, optan por venderle a un hombre que se lo compró. Pero cosas de la vida, fue vendido por sus padres que eran paganos a un hombre que era catequista y que lo cogió, no sólo para hacer una compra-venta. Además, como era cristiano, entendió que lo mejor era librar al chaval de posibles dificultades. De esta forma el dió la dignidad que se ha de dar a un ser humano.

Fruto de esa Fe, le bautizó y el pequeño, a media que crecía, se robustecía espiritual y humanamente hasta llegar a catequista. Pero su mente pensaba en algo más. Seguir aquella misión que Dios le encomendase, para lo cual descubrió la llamada al sacerdocio. Formado en el Seminario, se ordena sacerdote. Su destino es ejercer como cura de almas en las parroquias que le serán encomendadas. Son varias, de forma que ha de ir de una a otra, ya que los perseguidores no descansan en el afán por erradicar a los cristianos.

En una de esas, es capturado pero logra que le liberen. Sin embargo será por muy poco tiempo. El motivo es que, a la otra orilla del río, por donde camina la barca, es apresado y ahí sus captores se ensañan obligándole a renunciar a la Fe en el Señor Jesús. Andrés se reafirma más por lo que le darán multitud de tormentos hasta que muere derramando la sangre.