El Santo de hoy: San Antonio, Abad, anacoreta y protector de los animales
Madrid - Publicado el
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Desde el principio en el mundo judío y en la Antigua Alianza estaban los esenios que se establecieron en el Mar Rojo con el fin de vivir una vida de interiorización contemplativa. Y así se prosiguió con los moradores del Carmelo y tantos hombres y mujeres que ha seguido a Cristo desde la Oración y despojándose de sus bienes de la tierra. Hoy nos encontramos con la festividad de San Antonio Abad, popularmente llamado San Antón.
Este pionero del monaquismo, nace en Egipto hacia el año 250. Cuando mueren sus padres, que son unos agricultores bastante acaudalados, entrega todo el dinero y deja al cuidado de unas consagradas a sus hermanas. Así se encuentra en condiciones de seguir la vida desprendida y consagrada al Señor, siguiendo el consejo evangélico de “si quieres ser perfecto, vende cuanto tienes y dáselo a los pobres.
Así tendrás un gran Tesoro en el Cielo”. La vida en el desierto fue junto a un experto llamado Pablo del que aprendió esta vocación. Después vivió durante bastante tiempo junto a un cementerio para meditar sobre la vida de Cristo que vence al pecado y a la muerte. Ante la situación que se vivía, apoyó con su oración y penitencia a San Atanasio en la lucha contra la herejía arriana, y defendió a los cristianos, frente a la persecución de Diocleciano.
Siempre compaginó su apostolado, fundando comunidades, con sus prolongados retiros en la más absoluta austeridad. Su ejemplo cundió, reuniendo en torno a él a muchos discípulos, que le imitaron en esta forma ascética y eremítica. San Antonio Abad muere el año 356 en el monte Colzim, cerca del Mar Rojo. Es el Protector de los animales en cuanto que son seres creados para servir al hombre en sus necesidades y su camino de perfección.