El Santo de hoy: San Eulogio de Córdoba, obispo y mártir

El martirio siempre ha estado presente en la vida de los cristianos. En estos pasados días, durante la Octava de Navidad celebrábamos a los Santos Inocentes y también al Protomártir San Esteban. En esta jornada, en que inauguramos el Tiempo Orinario, la Iglesia nos presenta al mártir español San Eulogio, que derramó la sangre por causa del Evangelio. Nacido en la capital cordobesa en torno al año 800, se le considera el Doctor de la Iglesia Mozárabe.

En medio de una fuerte persecución y sumisión de los cristianos a la dominación musulmana, exhorta a la Iglesia a mantenerse firme en la Fe de Jesucristo. Ya recuerda el Apóstol que es preciso estar firmes en la esperanza, estando firmes en la tribulación, siendo aisduos en la oración. Educado por su familia en el temor de Dios, es encomendado al Abad Esperaindeo, regente del Monasterio de Santa Clara, cerca de la ciudad de Córdoba.

La madurez espiritual y humana desde muy joven, le llevan a ser Párroco de San Zoilo cuando contaba con tan sólo 25 años. En Santa Clara, traba amistad con un joven que se halla en su misma situación, y que se llama Álvaro Paulo. Después de intentar en vano peregrinar a Roma, quiere ir a la zona del Rhin para tener noticias de dos hermanos suyos, dedicados al comercio en esa parte germánica.

Sin embargo, no podrá avanzar mucho en su búsqueda porque en Los Pirineos le cortan el paso, aunque en Zaragoza, le informan de que están bien para disiparle todo tipo de preocupaciones e inquietudes que le habían surgido hasta entonces. Elegido Obispo de Toledo, su aptitud de apostolado, molesta a las autoridades que terminan por apresarle y encarcelarle. No contentos con eso, le condenan a muerte por su condición de cristiano. San Eulogio muere decapitado en el año 859.