El Santo de hoy: San Frutos, patrón de Segovia y ermitaño

La vida de la Iglesia siempre ha tenido anacoretas y ermitaños que han rezado por los demás. Hacemos hoy memoria de San Frutos, ermitaño de tierras segovianas. Su nacimiento se sitúa el año 642 en el seno de una familia rica, que tuvo, además, otros dos hijos: Valentín y Engracia. Al morir sus padres, siendo ellos todavía muy jóvenes, heredan una gran herencia, tentándoles el hecho de ser ricos.

Pero Frutos persuade a sus hermanos para venderlo todo y vivir en la pobreza. Les recuerda el Consejo del Señor en el Evangelio: “Si quieres ser perfecto vende cuanto tienes, dáselo a los pobres y así tendrás un Tesoro en el Cielo”. Por eso dejan la capital del Eresma de donde proceden para vivir en tres ermitas a orillas del río Duratón, en los límites con la Provincia de Burgos. De esta manera favorecían un mayor trato con el Señor, al que veían como el Mejor Pagador, cada uno de ellos.

Pero en estas circunstancias, surge la invasión musulmana, y Valentín y Engracia, mueren mártires, derramando su Sangre por Cristo. Hacia ese camino, tiende también Frutos, pero la Providencia, quiere que él sea ayuda a los cristianos que sufren la persecución. Incluso, yendo más allá, su tarea no quedaría aquí, porque en su andadura se cruzan muchos musulmanes a los que convierte a la Fe, desde su testimonio de desprendimiento.

Una labor también misionera desafiando la espada. Así continúa los pasos de la Escritura cuando San Pablo recuerda que nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene. Es el Espíritu Santo el que intercede por nosotros contínuamente con gemidos inefables”. Su muerte tiene lugar el año 715 en la paz del Señor, tras una experiencia verdaderamente mística en los últimos años de su vida. San Frutos es el Patrono de la Diócesis de Segovia.