El Santo de hoy: San Juan de Capistrano, de juez a misionero

Dios siempre reconduce a las personas para que su vida sea conforme a su Plan que es lo más conveniente para nuestras vidas. Hoy, Domingo XXX del Tiempo Ordinario, es la memoria de San Juan de Capistrano, que dejó todo para hacer de su existencia un camino misionero, después de renunciar a las cosas meramente humanas. Oriundo de Capistrano, un pueblecito de la montaña italiana, nace en el año 1386.

Pronto será un gran estudiante y talento. Sus estudios le ponen en altas ambiciones, llegando a ser juez y gobernador de Perugia. Pero cuando su ciudad se enfrenta a otro pueblo en una dura batalla, él es detenido y en la cárcel, reflexiona, comprendiendo que el valor de la vida está en las cosas eternas, no en las terrenas. Es la prueba a través de la cual el Señor le indica: “¿De qué te sirve ganar el mundo entero si al final arruinas tu vida?”.

Así cambia, ingresando en los franciscanos. Tras su ordenación sacerdotal, recorre toda Europa, imbuida de paganismo y relajación de costumbres, predicando el Evangelio, con la ayuda de su maestro, también hombre de Dios, San Bernardino de Siena. Así fue logrando frutos de conversión y cambio de muchas personas. Su invitación a acercarse a Cristo desde el corazón, transformaba a cuantos le oían.

Ante momentos de dificultad y peligro para la Fe, alentó con su predicación también a muchos cristianos a punto de sucumbir, logrando hacer frente a las herejías de su tiempo. También fue dos veces Superior General de la Orden. San Juan de Capistrano muere víctima de la peste en el año 1456 en Ilok (Austria). Su trayectoria es un ejemplo vivo de tarea misionera, en este DOMUND, Domingo Mundial de la Propagación de la Fe.