San Juan de Capistrano

Muchos han sido los que han abrazado el ideal de San Francisco de Asís como una forma de acercarse a Cristo pobre, desprendiéndose de todo para así poder tener un tesoro en el Cielo. Hoy es la memoria de San Juan de Capistrano, que engrosó las filas de los franciscanos. Oriundo de Capistrano, un pueblecito de la montaña italiana, nace en 1386.

Pronto destacará por ser un gran estudiante con mucho talento. Sus estudios le ponen en altas ambiciones, llegando a ser juez y gobernador de Perugia. Parece como si la vida con sus aspiraciones terrenales le sonriese, pero todo tiene un tope. Por eso cuando su ciudad se enfrenta a otro pueblo en una dura batalla, él es detenido y en la cárcel, reflexiona, comprendiendo que el valor de la vida está en las cosas eternas, no en las terrenas, en las que había confiado hasta ese momento de manera plena dándoles un valor absoluto.

El santoral de hoy, sábado 23 octubre

Así cambia, ingresando en los franciscanos viviendo en la más absoluta pobreza y en el mayor de los desprendimientos. Tras su ordenación sacerdotal, recorre toda Europa, predicando el Evangelio, con la ayuda de su maestro, también hombre de Dios, San Bernardino de Siena. Así fue tocando el corazón y logrando frutos de conversión y cambio de muchas personas.

Su invitación a acercarse a Cristo, transformaba a cuantos le oían, porque predicaba con su ejemplo. Ante momentos de dificultad y peligro para la Fe que se avecinaba en aquellos momentos, alentó con su predicación también a muchos cristianos a punto de sucumbir, logrando hacer frente a las herejías de su tiempo, que comenzaban a hacer estragos. San Juan de Capistrano muere víctima de la peste el año 1456 en Ilok (Austria).