San Juan de la Cruz, pilar del Carmelo

San Juan de la Cruz, pilar del Carmelo

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

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Muchos Santos con sus escritos han sido testimonio de la conversión y de la vocación de muchas personas. Gracias a ello han dado el paso que la providencia les pedía. En esta jornada, recordamos precisamente a un Santo Místico español: San Juan de la Cruz. Precisamente por su mística literaria consiguió siglos más tarde que un joven llamado Karol Wojtyla descubriese que Dios le llamaba a ser sacerdote.

Nacido en 1542, de un matrimonio de comerciantes en paños, pronto morirá el padre, siendo la madre quien se haga cargo de los tres hijos y el hogar. Pronto sentirá vocación sacerdotal, costeándole la carrera. Decido a entrar en el Carmelo, lo hará en el Convento de esta Congregación que hay en Salamanca. Conociendo, providencialmente, a Santa Teresa, ésta le invita a unirse a su reforma de la Orden Carmelitana.

El “medio fraile”, como le llamaba la Santa Abulense por su corta estatura, llegó a ser confesor de la Encarnación, teniendo gran confianza en él La Santa andariega. Curiosamente tenía pensado seguir la senda de los cartujos y la mística española le convenció de que Dios le pedía otra cosa, acercándose a su carisma. Pronto vendrá el dolor y el sufrimiento con la retención por la fuerza de los carmelitas calzados, de los que logrará huir. Varios son los Conventos en los que estuvo, con momentos de acogida y épocas de cruz.

La enfermedad se apodera de él, hasta que muera en 1591. Entre los grandes escritos místicos se encuentran “Subida al Monte Carmelo”, “Llama de Amor viva” y “Cántico Espiritual”. En estos escritos pone de relieve la Literatura Mística con las tres vías. Son la Vía Purgativa donde se alcanza la purificación de las almas; la Vía Iluminativa en la que se llega a la Luz de Dios para seguir caminando en La Verdad; y por fin, la Vía Unitiva que es el desposorio con cristo al final de los tiempos, llegando a la Felicidad Plena.