San Marcelo, Pastor mártir

El Señor ha miostrado su Gloria en este Tiempo para que le contemplemos y sepamos que Él se hace siempre a una con nosotros. El Santoral de hoy nos propone a San Marcelo I, que vivió siempre esta unidad con el Señor, sin importarle pasar por el martirio, o el desprecio de los más allegados. Su Pontificado le hace el número 30 en la línea de sucesores de San Pedro, al frente de la Iglesia Universal. La intensificación de las persecuciones contra los cristianos, hace que dure tan sólo un año.

Esto es algo muy frecuente, ya que los Papas eran buscados especialmente por Roma, en un deseo de ahogar la religión cristiana. El ataque a la Iglesia, se desenvuelve entre momentos de recrudecimiento y algunos periodos de serenidad que no durarán mucho. Cuando Galerio, procónsul, se hace con el gobierno, mantiene un respeto hacia los cristianos, situación que también continúa el Emperador Diocleciano.

En un primer momento obra así, para terminar recrudeciendo las leyes contra los que crean en Cristo. Entre los innumerables mártires se encuentra también Marcelo, presbítero, en quien se fija la Providencia para ser Papa. Firme en su Fe, y con un carácter sereno, comprueba cómo la Comunidad Eclesial está necesitada de una revitalización. Además de la habilitación de muchas iglesias, reorganizó la jerarquía

Para ello hizo abundantes ordenaciones de sacerdotes y Obispos. Pero uno de los puntos fundamentales en su Papado fue la reconciliación y acogida de los cristianos que, por su debilidad ante la persecución, habían renegado de su Fe. La Providencia había suscitado un alma buena que recondujese a las ovejas descarriadas. San Marcelo muere martirizado en el destierro, después de multitud de sufrimientos por su condición de cristiano.