San Martín de Tours, pastor de humilde caridad

San Martín de Tours, pastor de humilde caridad

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

1 min lectura

Dios prepara los momentos más fuertes a sus mejores generales. Hoy es San Martín de Tours, que se encargo en el primer momento de seguir una vida meramente humana. Este Santo Obispo, nace en Hungría el año 316. A los quince años se alista en el ejército, siguiendo a su padre que era militar. Cuando llega a los dieciocho, abandona el paganismo familiar bautizándose en el Nombre del Señor Jesús.

San Hilario de Poitiers es el instrumento que escoge Dios para su acercamiento al cristianismo. Cuando ya era adulto, deja definitivamente la milicia dedicándose a luchar por la causa del Reino de los Cielos. Una vez asentada su conversión, funda un Monasterio en Ligugé –Francia-, donde vivirá como monje, consagrado a Dios bajo la tutela del propio San Hilario. Curiosamente era el lugar monástico más antiguo de Europa, precediendo a San Benito siglos después.

También surge de su mano el otro Convento, Marmoutier, que sería el centro de la vida espiritual europea por entonces. Cuando es elegido Obispo de Tours, destacará por su caridad hacia los pobres, impulsando su evangelización. No faltó tampoco su dedicación en bien del clero, promoviendo su formación espiritual y humana. También fue un difusor del Monacato en Las Galias. Todo esto le hizo un pastor modélico.

No faltaron las críticas por parte de los suyos, especialmente de un sacerdote que le calumnió. Él siempre decía que si Cristo soportó a Judas, él como servidor suyo no podía por menos que soportar a ese hermano suyo en el Sacerdocio. Muere el año 397. Dentro de sus numerosos gestos de amor en vida de San Martín de Tours destaca el encuentro con un pobre con el que compartió la capa, apareciéndosele después Cristo con el trozo de la misma que él había dado compasivamente al mendigo.