San Saturnino, inscrito en el Libro de los mártires

En la Escritura, Cristo recuerda alos discípulos que les dará una sabiduría a la que no podrá hacer frente ningún adversario. Hoy, en estos últimos días del Año Litúrgico, conmemoramos a San Saturnino de Tolosa. Él experimentó la protección del Cielo en todo momento, hasta el punto de derramar su sangre por Dios. Su vida transcurre en torno al siglo III. Primer Obispo de Saint Sernin, no faltan quienes le sitúan de familia romana.

De ahí que su nombre Saturnino sería en honor del dios Saturno, con un origen totalmente pagano. Otros le identifican con un hombre oriental discípulo de Juan Bautista quien, se habría convertido a la Fe. Cuando surge el decreto de exterminio de los cristianos, por parte del Emperador Decio, comienza a aplicarse cruelmente. Por entonces, Saturnino es Prelado de Tolosa, donde tendrá ocasión de dar la vida por Cristo, el Supremo Pastor.

Todo surge .al negarse a quemar incienso a las divinidades romanas. La crueldad de su martirio, hace que su devoción y culto se propague, no sólo por Las Galias, sino también por la zona mediterránea, además de Hispania. Sin duda fue un verdadero aliciente en el seno de los cristianos de aquellos lugares y zonas. Precisamente, el Martirologio Romano hace alusión a este hecho en la siguiente inscripción:

“En Tolosa, en tiempo de Decio, San Saturnino, Obispo, fue detenido por los paganos en el Capitolio de esta villa y arrojado desde lo alto de las gradas. Así, rota su cabeza, esparcido el cerebro, magullado el cuerpo, entregó su digna alma a Cristo". El Obispo Hilario levantó una pequeña Basílica en honor de su antecesor, reformada por San Exuperancio y destruida en el año 711 por los sarracenos. Edificada lentamente, el Papa Urbano II la consagró, llevándose allí los restos de San Saturnino.