San Wenceslao, rey y mártir
Madrid - Publicado el
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Para ser discípulo del Señor la condición es clara: cargar con la Cruz de cada día y renunciar a todos los bienes. La Iglesia nos propone hoy a San Wenceslao, que se unió a Cristo cuyo Reino nunca pasa. Nacido en el año 907 en Bohemia, su santidad de vida, se abrió paso en medio de un hogar donde el padre estaba imbuido en la piedad y la Fe cristiana, mientras que su madre, procedía de unas raíces profundamente paganas.
Su abuela Lumidla, también hoy en los altares, quien había sido bautizada por San Metodio y educó a su nieto en el cristianismo. Esta educacion impacta en su corazón de tal forma que desprende bondad de su persona. Cuando se hace adulto, accede al Ducado de su país. Aquí se muestra su condición de cristiano presente en las cosas del mundo y de la vida, como fermento en la masa según el Evangelio.
En su periodo de gobierno, logró firmar la paz y la reconciliación con algunos de sus contrincantes. Pero su Fe, no podía estar exenta de la Cruz de Cristo, que le hizo ser signo de contradicción y sufrir multitud de problemas. Y es que no todos aprobaron su gestiónm criticando su modo de proceder. De esta forma se cumplía lo que dice el Señor en La Escritura cuando recuerda que “si el mundo os odia, sabed que a Mí me ha odiado antes”.
Sin embargo, perseveró en la difusión de la semilla del Evangelio entre todos sus súbditos, como un verdadero grano de trigo que cae en tierra y fecunda la tierra. Su rectitud en el obrar fue mal mirada por su hermano, que contrató a unos cómplices para eliminarle, piorque les molestaba. Así moría mártir San Wenceslao el año 935, siendo venerado pronto como Patrono principal de Bohemia, en la actual Chequia.