Santa Escolástica
No solamente les unieron los lazos de sangre con San Benito, sino también los vínculos fraternos en el estilo de vida
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La vida mística también arrastra a muchas personas a vivir de acuerdo con lo que pide el Evangelio de cara a la pobreza, la entrega y el desprendimiento. Hoy celebramos a Santa Escolástica, que se consagró imitando a Cristo pobre y Humilde. Hermana de San Benito, nace en Nursia el año 480. Pero no solamente les unieron los lazos de sangre, sino también los vínculos fraternos en el estilo de vida.
Y es que si Benito se dedicó por completo a la vida monástica con la fundación de Monte Casino, Escolástica impulsó otro convento de mujeres a los pies del citado lugar. El espíritu de piedad traducido en las mortificaciones que ambos hermanos realizaban, se traducía en las pocas visitas que se hacían. No obstante, cada encuentro que mantenían se alargaba porque hablaban de temas místicos y espirituales. Pocos días antes de morir la Santa, acudió Benito a verla y ella le intentó retener en vano, porque él no quería.
Sin embargo las súplicas de ella, desencadenaron una tormenta que le impidió a Benito salir de allí, de tal forma que cuando le pidió explicaciones visiblemente contrariado, Escolástica le contestó: “Tú te negaste, pero se lo pedí a mi Dios y Él escuchó mis ruegos”. El Santo monje abad que no quería quedarse por voluntad propia, pensando que debía seguir la letra de la ley, no tuvo más remedio que hacerlo a la fuerza.
Así pasaron la noche hablando nuevamente del Amor de Dios que tanto les inflamaba su corazón como les pasaba en el Evangelio a los discípulos de Emaús cuando se encuentran con el Resucitado. A los tres días vio como una blanca paloma que subía al Cielo, comprendiendo que era el alma de su hermana Santa Escolástica, cuyos restos hizo sepultar en el lugar que tenía dispuesto para él. Era el mes de febrero del año 543.