Santa Margarita de Escocia, reina de caridad y compasión
Madrid - Publicado el
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La caridad todo lo puede como resalta San Pablo. Hoy recordamos a Santa Margarita de Escocia. Su vida fue una fuente de amor surgida de su trato diario con Dios. Hija de Eduardo y Ágata, nace en Hungría, en torno al año 1046. Aunque su padre no llegara a reinar, ella sí es reina de Escocia, al casarse con el Monarca. Su dulzura y esmero en la Corte, le hace ser acogedora con todos, especialmente con los que sufren.
En ese mismo ámbito, da una gran educación cristiana y humana a sus hijos. Tampoco olvida sus obligaciones como fiel creyente, sabiendo dedicar cada momento a lo que debe hacer. Fuera del Palacio se entrega a los enfermos visitándoles, así como a los más pobres y necesitados. Incluso ella misma les cuida, vendiendo sus propias joyas, para poder socorrerles. A todo esto se une la lectura espiritual diaria y su espíritu de Oración.
Otro campo que no descuida es la atención a los templos que necesitan ser reconstruidos, o la edificación de nuevas Iglesias como la Abadía de Dunferline. Ante las inminentes doctrinas supersticiosas, ella insta a los Pastores a alentar a todos en la Fe de Pedro para perseverar hasta el final. Pero llega el momento de prueba con la muerte de su marido y su hijo en una emboscada de guerra. Ella, se adentra más en la Providencia para asumir estas contrariedades.
En ese momento, la vida espiritual a la que hacemos referencia, es la que le mantiene con esa fortaleza, sabiendo poner al mal tiempo buena cara. También anida en su corazón el perdón y la misericordia hacia los enemigos. Muere el año 1093 y, tanto sus reliquias como las de su esposo, descansan en el Monasterio de El Escorial. Esto fue un empeño del rey Felipe II, que acababa de consturir este edificio sublime y emblemático. Santa Margarita es Patrona de Escocia.