Santa María de la Cabeza: La mujer de un matrimonio santo y madrileño

El esmero con que se cuidan los hogares hace casi pensar en ese salmo que dice La Santidad es el adorno de tu casa. Esa decoración hace que del interior del corazón y del alma broten todas aquellas virtudes que ayudan al ser humano a santificarse y a contagiar a quines le rodean. Algo así le sucedió a San Isidro al que celebrábamos el pasado 15 de mayo, que transmitió esa humildad y sencillez a su esposa Santa María de la Cabeza que recordamos tal día como hoy cada 9 de septiembre.

De nombre originario María Toribia. Nacida cerca de Madrid en el siglo XI procede familia mozárabe, teniendo que trasladarse a Torrelaguna. Casada con San Isidro Labrador ambos esposos viven con humildad dedicados al hogar y al campo, con especial atención a su hijo Illán, también Santo. No faltan las murmuraciones que le cuentan a Isidro sobre María, cuando se va a Caraquiz a hacer vida de oración. Isidro nunca duda de su esposa, pero quiere sobre todo por aquellos que tanto censuran que se den cuenta de la calumnia que levantan contra un alma buena que es María Toribia.

Así que la siguen él y otros tantos curiosos que han levantado el falso testimonio. Quienes la siguen ven que extiende su pañuelo para pasar el río y acercarse a la ermita en la que rezaba y servía a la Virgen, quedando confundidos. Muere en 1175. En el año 1596 descubren sus reliquias quedando expuesta la cabeza por lo que se le denominó Santa María de la Cabeza.

La historia de una mujer que fue santa dentro del matrimonio. Un ejemplo, el de San Isidro y Santa María de la Cabeza, para todos los hombres y mujeres del mundo. Una pareja buena, española y de Madrid.