La santa mujer que fue primera discípula de Jesús y vio el Sepulcro vacío

Hoy celebramos a Santa Mª Magdalena. Tal y como relatan los Evangelios, formaba parte del grupo de mujeres que seguían a Cristo. De ella habían salido siete demonios. San Lucas nos cuenta cómo, cuando el Maestro se fue a comer a casa de Simón el fariseo, llega allí una mujer pecadora (a la que se identifica con María Magdalena) que, puesta detrás del Señor, le empieza a besar los pies, a regárselos con sus lágrimas y a secárselos con sus cabellos, ante el escándalo del propio anfitrión de la casa y los otros escribas. 

Entonces, el Señor le recordará que, si a aquella mujer se le perdonan sus muchos pecados, es porque ha mostrado mucho amor ante el débito que tenía con Dios. San Juan, por su parte, la presenta como la que va a ver a los discípulos y, al encontrarse con Pedro y el otro discípulo Amado, les comunica el hallazgo del sepulcro vacío. 

Cuando llora en el huerto porque cree que han quitado de allí el Cuerpo del Señor, al ver al propio Cristo, le toma por el hortelano, hasta que le reconoce al oír su voz, cumpliendo el encargo de ir a anunciarlo a los otros. También, ha habido quienes han identificado a esta Santa con la hermana de Marta y Lázaro, al que el Señor resucitó de entre los muertos. 

La misma que rompió el perfume de alabastro y lo derramó sobre la cabellera del Maestro. La tradición, en algunos casos, cuenta que vivió con la Virgen y San Juan hasta el momento de la muerte. Los que le relacionan con Lázaro y Marta dice, que sus hermanos y ella predicaron el Evangelio hasta sufrir el martirio. Francisco hizo que pasase de memoria a fiesta litúrgica por su carácter de fiel discípula que fue la primera en anunciar la Resurrección del Señor.