Santa Regina

Hija de padre romano y madre gala, a los quince años se convierte y, desde ese momento, hace voto de consagración especial a Cristo

Santa Regina, mártir

Jesús Luis Sacristán

Madrid - Publicado el

2 min lectura

Cuando el Señor toca el corazón de alguien le hace cambiar por completo de vida. Hacemos memoria en este día de Santa Regina, cuya vida tomó un rumbo distinto al conocer al Señor. Vive en el siglo III y su nombre alude a este mismo término latino cuyo significado es Reina. Hija de padre romano y madre gala, a los quince años se convierte y, desde ese momento, hace voto de consagración especial a Cristo.

Muchos reparan en la joven, entre ellos, el Prefecto Romano, ante quien Regina descubre su Fe. Ella no busca sino la comprensión de su pretendiente y decir a las claras lo que ella vivía. Esto le acarrea ser apresada y encarcelada, creyendo el prefecto que, a la vuelta de sus empresas por el Imperio, Regina habrá mudado de pensamiento. Sin embargo, ella se reafirma más en su condición de cristiana, mostrándose valiente ante lo que esto pueda suponerle.

No tiene miedo afrontar el martirio siguiendo aquellos consejos de Cristo quien resalta “No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Temed a quienes pueden destruir alma y cuerpo mandándolos al fuego eterno”. Será entonces cuando le instan a ofrecer sacrificios a los ídolos, en un extremo de querer librarla de cualquier tortura, pensando que cambiaría. Pero no lograrán su propósito.

La joven, que ya había tenido una visión del Cielo que la confortaba, rechaza esas tentaciones por lo que sufre muchos tormentos, hasta que, por fin, muere degollada. La manera de enfrentarse al martirio de Santa Regina, arrastra a muchos que lo presencian, a la conversión y al cambio de vida, derramando su sangre por el Evangelio del Señor Jesús. Así se pone de manifiesto, una vez más, de lo que es capaz un alma por amor al Reino de Dios y de que “la sangre de mártires es semilla de nuevos cristianos”.

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