El Santo de hoy: San Fulgencio, contemplativo y obispo

Existen muchas familias de Santos cuya rama se hace presente en varios días del Santoral. Por ejemplo, hoy es San Fulgencio, cuyos hermanos Leandro, Isidoro y Florentina hacen que ese vástago familiar destacado por su Santidad, ocupe varios días en el calendario de la Iglesia dentro del Año Litúrgico. Su vida transcurre en la segunda mitad del siglo VI. Los padres estan afincados en la ciudad de Cartagena.

Pero un hecho les va a mover del sitio donde estaban: La invasión bizantina. Entonces encuentra un lugar para establecerse en la zona bética, en Sevilla, la Capital Hispalense. Al morir los padres, Leandro, apoyado por su hermana, se encargó de la formación de Fulgencio e Isidoro. No se sabe mucho de sus primeros años de vida, aunque se deja claro que siguió la estela de sus hermanos educadores para abrazar la vida contemplativa en el carisma benedictino hasta haber sido incluso Abad de un Convento.

Él firmó el Decreto del monarca Gundemaro que constituía la Provincia de Toledo desligándola de Cartagena con ocasión de la llegada de los bizantinos. Pocos datos hay también de su Ministerio Episcopal. No más allá de que estuvo dos décadas y que la vida contemplativa que llevó antes le sirvió de base espiritual para ser un gran Pastor. Cuando su hermano Isidoro convoca el Concilio de Sevilla, él participa de forma activa.

En el Sínodo se abordan temas, pastorales de los Sacramentos, otros asuntos que afectan a la Iglesia en España y la Legislación Jurídica y Canónica. Destacó por su elocuencia. Recaredo le encargó varias misiones y su hermano Isidoro le pide algunas reflexiones Sacramentales. San Fulgencio muere en tono al año 632, ya que en el Concilio de Toledo que convoca Isidoro, está el sustituto de Fulgencio al frente de Écija.