Adviento: esperando al Mesías que viene
Comienza el tiempo litúrgico que invita a la esperanza porque es el periodo de espera al Señor que llega en Navidad
Madrid - Publicado el
2 min lectura
En poco más de un mes -un mes y dos días para ser exactos- despediremos el año civil. Pero a nivel eclesial no coincide el fin anual. Hoy damos comienzo al Adviento, Tiempo Litúrgico que invita a la esperanza porque es el periodo de espera al Señor que llega en Navidad, ya que son las cuatro semanas escasas que preceden al Nacimiento del Mesías el 25 de diciembre. En este Ciclo Litúrgico se le da un carácter de preparación al mismo tiempo de la Segunda Venida del Señor, recordando también su Venida histórica en Belén y evocando su Venida en el Altar cada vez que le hacemos presente.
El santoral de hoy, domingo 29 de noviembre
Su origen se sitúa en España y más concretamente en el Concilio de Zaragoza el año 380. Dentro de las actas conciliares se pide a los fieles que, a partir del 17 de diciembre se asista a las celebraciones que preparan la Navidad y los mismo se haga en esta Celebración hasta el 6 de enero. San Gregorio de Tours propone un ayuno especial para prepararse lo más dignamente posible al Nacimiento de Cristo. Lo mismo propone San Hilario de Poitiers.
Así se da un carácter penitencial no tan austero como la Cuaresma, pero sí buscando la mejor preparación de los hombres a la Venida del Señor. El Papa San León Magno dice que el Nacimiento de Cristo y su Gloriosa Pasión son una misma cosa, ya que el Pesebre de Belén alude a la Cruz y su Nacimiento preámbulo de su Segunda y Venida. Los tres pilares son La Virgen María -Madre del Salvador-, San Juan Bautista -Precursor de Cristo- y el profeta Isaías -quien invita a preparar los Caminos del Señor-.
En este periodo se utiliza el color morado en las celebraciones litúrgicas, omitiéndose el Gloria en las Misas dominicales para que tenga más realce en la Misa del Gallo del 24 de diciembre. Otro signo para los tiempos actuales es la Corona de Adviento, originaria del luteranismo, pero que fue aceptaba porque no ofrecía ningún problema por la Iglesia Católica. Las ramas verdes significan la esperanza en Dios que no tiene principio ni fin y las velas forjan cada uno de los domingos añadiendo una quinta en el centro, que se enciende el día de Navidad.