Santa Clara de Asís
Dama pobre de San Damián y Patrona de la televisión. Sintió que Dios le tocaba el corazón por medio de uno de los sermones cuaresmales de su convecino San Francisco
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Dios se recrea en la humildad de sus hijos. Gracias a ella alcanzan la Santidad de vida y son almas a las que el Señor toma como Esposas en preludio de la Iglesia arreglada como una novia que se desposa con el Cordero Inmaculado sin defecto ni mancha. Hoy celebramos a Santa Clara. Nacida en Asís el año 1193, a los 18 años, sintió que Dios le tocaba el corazón por medio de uno de los sermones cuaresmales de su convecino San Francisco.
Fruto de este cambio dejó su rica mansión y fue a visitar al predicador en una morada muy pobre que tenía a las afueras de la ciudad para iniciar esa vida austera. Enviada a unas religiosas que le preparasen para ser una monja santa, sus hermanos, al enterarse, quisieron llevársela en vano de vuelta a casa. Una vez establecida en una Casa, al lado de San Damián, el Convento se llenó de religiosas, entre las que se encontraban su madre y su hermana.
El santoral de hoy, martes 11 de agosto
Poco después, es nombrada Superiora de la Comunidad, intentando dejarlo varias veces en vano. Durante este tiempo, se entrega totalmente al servicio de la casa, sirviendo a la mesa, y muy comprometida con las tareas del hogar. Entregada también a la penitencia más austera, con el paso del tiempo tiene que moderarse para evitar caer enferma, algo que Dios tampoco quiere. Así se van consolidando las Clarisas que, actualmente, se reparten por todo el mundo. Su Amor al Señor Sacramentado le libró de muchas pruebas que acecharon al propio Convento.
En sus últimos momentos profundizó en el Misterio Pascual de Cristo, hasta que muere en 1253. Santa Clara es Patrona de la televisión. El motivo es que cuando le tocaba estar haciendo los avatares de la cocina y oía el toque de campana signo de que se iba a alzar al Señor en la Consagración ardía en deseos de poder estar. Entonces la pared se volvia cortina transparente y ella veía ese momento Central de la Celebración Eucarística.