San Urbicio
Fortalecido por su devoción a los mártires, los Santos Justo y Pastor le logran del Cielo la Gracia de la liberación
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Este Tiempo de Adviento muestra la lucha de Dios por conseguir nuestra liberación sin la cual estaríamos esclavizados por nuestros pecados. Hacemos en este día memoria de San Úrbez, también llamado Urbicio, que vivió esta experiencia desde el verdadero Liberador que es Cristo. Nacido en Burdeos, su ascendencia está a caballo entre Francia y España.
Cuando tiene catorce años, se encuentra en Aquitania, lugar que invadirán los moros procedentes de la Península, llevándose cautivos a él y a su madre Asteria en una redada de las que hacen contra los cristianos. Es el momento de la prueba de la que saldrán victoriosos. Y es que todo ese tiempo, los dos viven más intensamente su Fe, anhelando la liberación.
El santoral de hoy, martes 15 de diciembre
Cuando la consigue Asteria, su madre, lucha por la del hijo, pero no lo verán sus ojos porque muere antes de conseguirlo. Esto no arredra a Urbicio que profundiza en las palabras de San Pablo cuando en sus cartas consuela a los esclavos cristianos, recomendándoles que vivan siempre pensando en el verdadero Señor de todos que es Dios: “Ya no hay distinción entre hombre-mujer, judío-griego, esclavo-libre. Todos sois uno en Cristo Jesús”.
Urbicio se siente más fortalecido cuando se pone en manos de los mártires de la Primitiva Iglesia. Posteriormente, los Santos Justo y Pastor, a quienes se había encomendado en ese elenco de mártires que presenta la Iglesia de los primitivos tiempos, le logran del Cielo la Gracia de la liberación. Sintiéndose deudor con ellos, se lleva sus reliquias de Alcalá a Burdeos por miedo a que sufran una profanación. Los últimos momentos de su vida se entrega a la austeridad penitencial en Huesca, hasta que muera en el año 802.