El santoral del 26 de mayo: San Felipe Neri, testigo de la alegría de los hijos de Dios
En el santoral de hoy, martes 26 de mayo, recordamos a San Felipe Neri
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La alegría es el ingrediente fundamental del cristiano que disfruta desde la Fe, la esperanza en el Señor amando como hizo Él. Hoy celebramos a San Felipe Neri que vivió este dinamismos como veremos en su trayectoria. Nacido en Florencia el año 1515, pronto morirá su madre, pero su madrastra cuidó de él y de sus tres hermanos con verdadera ternura.
Joven virtuoso y orante, tras un tiempo de prueba como comerciante, se siente tocado por la Gracia de Dios, estableciéndose en Roma. Allí se hospedará en casa de un mercante, siendo un verdadero aliciente espiritual y humano para toda su familia. Por un tiempo se dedicó a la oración y al estudio. Sin embargo, un día dejará los libros para consagrarse al apostolado en la Ciudad Eterna donde la relajación de costumbres espirituales y humanas requería una renovación profunda desde el Evangelio.
Su labor dio pronto los frutos esperados con innumerables conversiones y vueltas a Dios, después de una vida abandonada. Pero su corazón albergaba otros objetivos y anhelos pastorales. Por ejemplo, la inquietud por marchar de misionero a África, pero que no llegó a cuajar, permaneciendo en Italia donde, tras ordenarse sacerdote, con un grupo de hermanos presbíteros, funda la Congregación del Oratorio.
La Oración y el canto son las constantes del nuevo carisma, a las que se unía también las obras de caridad. Y es que si por algo se caracterizó siempre Felipe Neri fue por su alegría y sentido del humor. Sin duda seguía aquellas palabras de Santa Teresa que pedía insistentemente que la tristeza y al melancolía, lejos del alma mía. Realidades que le acompañaron hasta su muerte ocurrida en 1595.