Santoral del 2 de marzo: San Simplicio, el Papa entregado a la formación de sus fieles

La Cruz de Cristo viene a unirnos en la Fe. A lo largo de los tiempos la Providencia ha suscitado Santos que profundicen en esa firmeza en la doctrina que salva. Así, en esta jornada el Santoral nos acerca a la figura del Papa San Simplicio, uno de los baluartes de la unidad en la Fe. Nace en Tívoli cerca del campo de Roma. Ordenado sacerdote, forma parte del clero romano, accediendo al Papado después de San Hilario el año 467. Su pastoreo le toca en un tiempo donde Italia está asolada por el arrianismo, además de Las Galias y una parte de España.

Arrio había dejado escuela proclamando que Jesús era un Hijo adoptivo, pero no Hijo Natural de Dios, ni tan siquiera el Verbo Hecho Hombre. Entretanto en Oriente ha impactado la herejía de Eutiques, llamada nestorianismo, que negaba la unión hipostática de la naturaleza Divina y Humana en la Persona Divina de Cristo.

El santoral del lunes, 2 de marzo 

Ante tantos problemas, Dios le concede acierto al Papa San Simplicio para luchar en bien de la Barca de Pedro, poniendo las cosas en su sitio. En la Diócesis de Roma se vuelca especialmente sobre los feligreses de tal manera que, a veces, parece como si sólo tuviera esos y no toda la grey del pueblo Santo. Así logra instruir en la Fe a los fieles y se preocupa por la atención a los más pobres, al tiempo que se centra en la administración del Bautismo. 

Para ello brinda la formación necesaria para preparar a los catecúmenos en el Sacramento Bautismal. Por fin construye el primer templo occidental en honor del Apóstol San Andrés y convoca un concilio para condenar los errores nestorianos. Muere en febrero del año 483 y sus reliquias se conservan en Tívoli, la misma ciudad que le vio nacer.