Santoral del 28 de febrero: San Augusto Chapdelaine, de joven granjero a sacerdote misionero y mártir

En estos cuarenta días que separan de la Pascua, cobra especial relevancia el Misterio de la Cruz. Hay que cargar con la Cruz y negarse a sí mismo. Es la condición del Maestro y así lo han entendido muchos santos como el de este día. Y es que hoy la Iglesia nos presenta a San Augusto Chapdelaine que vivió la presencia de la Cruz de forma continua. 

Nacido en Francia el año 1814, es hijo de familia numerosa que trabajaban en una humilde granja. Ese trabajo le ataba de alguna manera al joven Augusto, hasta que un día los padres se dedican a otros trabajos aunque también de campo, pero no era necesaria su presencia, por lo que quiere entrar en un mayor contacto con Dios. Gracias a ese gran espíritu de oración, ingresa en el Seminario y se ordena sacerdote. En la Parroquia que le otorgaron Augusto mostró honda cercanía hacia los feligreses tanto en el plano espiritual como humano. 

El Santoral del viernes, 28 de febrero 

Le preocupaba instruir en la Fe a las almas y que nadie pasase necesidad de ningún tipo. Seguramente esta preocupación le hizo admirara a los misioneros y de ahí a seguir por este camino sólo un paso. Cuando siente con claridad la vocación misionera se prepara en la Casa de Misiones Extranjeras de París hasta que parte rumbo a China. Allí sufre la incomprensión del primer mandarín que, al final, le apoya en su labor.

Parece que todo volvía a su cauce, pero era necesaria la participación en la Pasión del Seor de una forma plena porque la tredención se hizo con Sangre y esto le iba a pasar a él. Los acontecimientos se desencadenan y precipitan cuando viene una nueva dinastía será detenido por su labor y le aplicarán diversas torturas. Finalmente decretarán su muerte. San Augusto Chapdelaine es martirizado en 1856.