SANTORAL 20 AGOSTO
San Bernardo: el Abad que revitalizó la contemplación
San Bernardo es de origen francés y fue abad de varios Monasterios donde dio importancia a la oración contemplativa
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La autoridad de los Santos siempre ha sido una manera de servir al igual que en el Evangelio cuando se destaca que el Señor asombraba porque usaba de autoridad según hablaba y no como los Maestros de la Ley que tenían abandonado al pueblo. Hoy celebramos a San Bernardo de Claraval.
Nacido en Dijón (Francia), el año 1091, de niño aprende a amar inmensamente a Jesús, al tiempo que profesa una tierna devoción a Mª, inspiradora en el futuro, de sus escritos. Al poco de cumplir los veinte años, ingresa en el Cister, en el Monasterio de Citeaux. En su decisión de hacerse monje le acompañan otros treinta amigos que, en otro tiempo, se aficionaron al tema de la caballería, como él.
Su fama de santidad, le hace ser elegido Abad del propio Convento, pero el Plan de la Providencia va más allá, ya que las herejías azotan Europa. Es necesario poner orden y, tanto los Papas como los Emperadores ven en este hombre una autoridad indiscutible en el proceso de cristianización y consolidación del Viejo Continente. Tras sentar las bases de la Fe, su salud se va desgastando progresivamente, retirándose a Claraval, en sus últimos tiempos.
Así se va consolidando su personalidad manifestada en la dulzura que adquiere gracias a la penitencia y a la sobriedad, dejando atrás su carácter duro. Por eso se llamará “El Doctor Melifluo”. Entre sus obras destacan algunas que comentan libros de la Sagrada Escritura, así como algunas reflexiones sobre la Virgen como verdaderas experiencias místicas personales. Muere el año 1153.