El santoral del 4 de mayo: San José María Rubio, apóstol de las almas según San Ignacio de Loyola
En el santoral de hoy, lunes 4 de mayo, recordamos al Padre Rubio

El santoral del 4 de mayo: San José María Rubio, apóstol de las almas según San Ignacio de Loyola
Publicado el
1 min lectura
Muchas personas han seguido unas sendas de apostolado callejero, en palabras del Papa Francisco. Le pasó al Apóstol Felipe cuando se acerca al cuarruaje del eunuco, se pega a él y termina bautizándole, tal y como relata el Libro de los Hechos de los Apóstoles, en el Nuevo Testamento. Y le pasó al Santo del día porque hoy recordamos a San José María Rubio.
Nace en Dalías, Provincia de Almería, en el año 1864. Ordenado sacerdote en Madrid, sus primeros destinos pastorales fueron Chinchón y Estremeña, donde fue un Párroco muy entregado a las almas. Profesor en el Seminario madrileño, llegaría a ejercer varios años como Notario de la Curia Diocesana. Sin embargo los planes de la Providencia le llevan por otros caminos diferentes, porque pasados los 40 años, es llamado a servir a Dios desde la Compañía de Jesús.
El santoral del lunes, 4 de mayo
Se había dejado impactar por el carisma de San Ignacio de Loyola. Atrás quedaba su labor pastoral como párroco diocesano. Durante los primeros cinco años, sigue un proceso de formación, para después encargarse de la confesión y la dirección espiritual de muchas almas. Este era el verdadero itinerario de santificación para bien suyo y de todas las almas que iba tratando. Tampoco faltó en su trayectoria la atención a los más pobres y necesitados, descubriendo en ellos la presencia del rostro de Dios.
Su dedicación a los laicos, dio frutos de verdaderos apóstoles seglares. Además su psicología le hacía profundizar en el corazón de quienes se confesaban y dirigían con él, ayudándoles a cambiar. De hecho su fama se extiende por muchos lugares. Muere en el año 1919, a principios del siglo XX, siendo beatificado y canonizado por el Papa San Juan Pablo II.