Miércoles de Ceniza
El origen del Miércoles de Ceniza nos lleva a los primitivos tiempos donde se le denominaba “Día del inicio al ayuno”
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Cualquier persona que quiera lograr algo debe ponerse un periodo de entrenamiento para afianzarse en las fuerzas y lograr aquello que se propone. Hoy es miércoles de ceniza, jornada con la que da comienzo la Cuaresma, Tiempo Litúrgico que nos prepara para la Resurrección del Señor. “Convertíos a Mí con todo el corazón y yo volveré a vosotros”.
Cuarenta son los días que estuvo Cristo ayunando con su cuarenta noches, preparándose a la misión de dar la vida por todos los hombres, como cuarenta fueron los años que caminó Israel por el desierto en el Antiguo Testamento hasta llegar a la Tierra de promisión, que manaba leche y miel. Y cuarenta son los días que nos separan del Misterio Pascual, el Eje de nuestra Fe. “Por mi vida –Oráculo del Señor-, no quiero la muerte del pecador, sino que se convierta de su conducta y que viva”, recordará también el Dios Altísimo por boca del Profeta Isaías.
El origen del Miércoles de Ceniza nos lleva a los primitivos tiempos donde se le denominaba “Día del inicio al ayuno”. Los Padres de La Iglesia como San Agustín o escritores de la antigüedad cristiana como San Jerónimo, hablaban de la ceniza como signo y el cilicio como un istrumentos para hacer penitencia y fortalcerse en la Fe del Dios que nos salva. En la Liturgia de este día, impone sobre la cabeza de los cristianos la santa ceniza, en señal preparación para la Fiesta de la Salvación.
Durante este periodo, el color litúrgico utilizado en las celebraciones es morado, suprimiéndose también el Aleluya y el Canto del Gloria, para que cobren mayor importancia en la Pascua. La ubicación de la Cuaresma tiene su base en la fecha del Domingo de Pascua que se fija el primer domingo de luna llena siguiente al 21 de marzo ya que la Pascua judía es en la luna llena de primavera y en ese contexto tiene lugar la Muerte y Resurrección de Cristo.