Santos Valentín y Engracia: unidos por los lazos de la Fe hasta el martirio

Muchos de los Santos que se han fraguado en el seno de una familia de Santidad tienen suficiente entidad como para celebrarse de forma distinta en el calendario cristiano. No son pocos los casos en este sentido como los Santos Valentín y Engracia que celebramos hoy sábado. Su vinculación está unida a San Frutos que conemmorábamos ayer, ya que los tres son hermanos. 

El inicio hace de ellos una piña en medio de un hogar repleto de riquezas. Pero al morir los padres, Valentín y Engracia siguen el criterio y el consejo de su hermano Frutos que reflexiona sobre quién es rico ante Dios. La respuesta en el Evangelio cuando recuerda que si quieres ser perfecto vende cuanto tienes y dáselo a los pobres. Es el momento de acercarse a otra forma de vida y oración como los anacoretas, por ejemplo, San Antonio Abad o San Saturio y San Prudencio. Pues ellos igual. Pero para vivir ese retiro es mejor separarse.

Si Frutos va a la zona cerca de Sepúlveda en el Duratón, ellos una vez abandonado Segovia se establecen en dos ermitas distantes en la zona de Caballar. Allí la oración es fundamental y el trabajo en el campo para cultivar frutos de la tierra de los que comer y ganar el pan con el sudor de la frente. Pero también hay pruebas. Su vida se sitúa en el contexto del siglo VIII. Es cuando Europa es invadida. 

No habian pasado bastantes siglos desde la primitiva persecución a la Iglesia y volvían a ponerse todas las circunstancias de cara a un nuevo derrmamiento de sangre. Así pasó por eso zona. Valentín y Engracia siguen en su labor cotidiana y casulmente rezando son sorprendidos. En ese momento son arrestados y llevados al suplicio. Ellos llevarán a su hermano Frutos la delantera en el martirio.