El Santo de hoy: La Traslación de la Casita de Loreto, cuna de la Encarnación

En este Tiempo de Adviento la Fe se meustra en los hogares poniendo el Belén donde también se sitúan algunos momentos de la Vida en Nazaret. Hoy conmemoramos a Nuestra Señora de Loreto, que alude a estos momentos de la Infancia del Señor. Su significado es “laurel”, y recuerda la historia cómo los cruzados, en los momentos de defensa de los Santos Lugares, hicieron en este lugar una Casa semejante a la de Nazaret, trayendo además otras reliquias y objetos sagrados que corrían el riesgo de ser profanados.

Otra tradición asegura que fueron los propios ángeles del Cielo quienes, trasladaron la Casita donde tuvo lugar la Encarnación, donde Cristo creció bajo la autoridad de José y María, hasta Italia, cuando arreciaba el peligro de que fuese destruida por los musulmanes, que se habían apoderado de Tierra Santa. Tan pronto como estuvo la Casa de Loreto, se convirtió en un verdadero centro de peregrinación de toda la cristiandad.

Allí se buscaba la paz y la armonía del Cielo, para imitar la vida de Santidad de la Sagrada Familia de Nazareth, prototipo de todas las familias del mundo. Dentro de los insignes peregrinos que han visitado la casa de Loreto, para rezar y sentir la intercesión de la Virgen, se encuentran San Carlos Borromeo, San Luis Gonzaga, Santa Teresita de Lisieux, San Juan Bosco, o los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II.

En 1294 cuenta la historia que unos pastores vieron cerca de esta ciudad italiana cómo una casita sencilla y llena de grandeza era trasladad por los coros celestiales. Previamente, había estado en Croacia. Ya que los ángeles la transportan por el aire, esta Advocación mariana es la protectora del ejército del aire y de los pilotos de aviación. Desde su ubicación en aquel lugar de Italia, son los franciscanos los que se encargan de su cuidado y atención.