Viernes Santo: La Luz pasa por la Cruz
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Estaba profetizado desde siglos atrás. El Siervo Sufriente de Yavé como un Cordero llevado al matadero. Como oveja ante el esquilador enmudecía y no abría la boca. Isaías lo presentó así. Y es que tenía que parecerse en todo a sus hermanos excepto en el pecado. La pregunta es rotunda: ¿Quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la tierra de los vivos.
Hoy se recoge todo esto porque es Viernes Santo, jornada en la que la Iglesia contempla al que pende del Madero. “Mirarán al que atravesaron”. “Cuando levantéis al Hijo del Hombre sobre el patíbulo de la Cruz, sabréis que Yo Soy”. ¡Oh Cruz fiel! ¡Árbol único en nobleza!¡Jamás el bosque dio mejor tributo en hoja, en flor y en fruto! Los cielos se estremecen al ver morir a su Creador.
Siguiendo una antiquísima tradición, no hay Santa Misa, puesto que el triunfo definitivo sobre el pecado y la muerte, se completan con la Resurrección. La conmemoración de la Muerte de Cristo se hace con los Santos Oficios que se inicia con la Liturgia de la Palabra, donde cobra especial relevancia la lectura de la Pasión según san Juan. Posteriormente se hace la Oración Universal que suple a la Oración de los fieles, donde se pide por el Papa, Obispos, sacerdotes, así como por los creyentes de otras religiones y por cuantos no creen.
Seguidamente tiene lugar la Adoración del Árbol de la Cruz donde estuvo clavada la Salvación del mundo, para terminar con el Rito de la Comunión, donde los fieles comulgan de la reserva del Jueves Santo, al no haber Eucaristía. Este día es una jornada para recordar los Santos Lugares, con la colecta por Tierra Santa.