Diario de un peregrino: 33ª etapa, O Pedrouzo - Santiago de Compostela
Javier Escartín pone el broche final al Camino de Santiago en esta última etapa donde llega a la Plaza del Obradoiro, con la vista puesta en la famosa Catedral de la ciudad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Javier Escartín se pone al frente de una nueva entrega de ‘Diario de un peregrino’ de TRECE, una serie en la que recorre el Camino de Santiago, una experiencia única en la vida. En esta trigésimotercera y última etapa partiremos desde O Pedrouzo hasta Santiago de Compostela, en una etapa final de algo más de 19 kilómetros.
Tras comenzar la etapa Escartín se encuentra a Juan que ha vivido su primer Camino, al igual que realizar su primer viaje solo, sin embargo, ha quedado sorprendido por la fraternidad de los peregrinos. Sorprendentemente, se encuentra a un peregrino que camina descalzo por una promesa familiar y con el rosario en la mano y también espera entrar al Obradoiro con sus amigos de forma conjunta.
Javier Escartín llega al Monte do Gozo de 379 metros de altitud, un lugar desde donde puede verse a lo lejos las torres de la Catedral de Santiago. Allí una pareja de peregrinos expresan que es “una emoción muy fuerte” llegar allí y les da ganas de volver a venir, además cuentan su propia historia particular de cómo el Camino les llevó a Japón. Josep llega de Cataluña al Camino donde realiza el itinerario primitivo y asegura que repetiría.
Después de 780 kilómetros y un mes de viaje, nuestro peregrino llega a Santiago de Compostela, ya muy cerca de la catedral. Javier Escartín llega a la Plaza del Obradoiro después de tantos pasos y kilómetros. En la plaza encuentra a Josep que recibe a su familia que llega tras su promesa para hacerle una nueva y rogar sus deseos. También encuentra a voluntarios que portan en peculiares sillas Joëlette a peregrinos con alguna discapacidad para acercar la experiencia del Camino, ellos son la Orden de Malta que se creó en el siglo XI para dar asistencia a los enfermos y a los necesitados que ha estado siempre vinculada al Camino.
En la Puerta Santa de la catedral le espera José Fernández Lago, deán de la Catedral de Santiago, que explica que la catedral empezó a construirse en 1075 y es de estilo románico, pero que combina otros estilos, además le explica cuáles son los santos que tiene la catedral. Desde el Año Santo, la puerta permanece abierta para que se pueda entrar desde la Plaza de la Quintana. Una vez en el interior le muestra la figura del apóstol Santiago que desde hace dos años no se puede dar el abrazo por causa de la pandemia, por otra parte, le enseña el botafumeiro que se utiliza normalmente todos los viernes a las 19:30 como parte de la ofrenda del peregrino y relatar su origen. Además, le muestra el sepulcro del apóstol Santiago, de hecho, la devoción al apóstol se remonta al descubrimiento de su sepulcro, alrededor del año 813.
Por otro lado, Escartín tiene oportunidad de hablar con Julián Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela, que explica que el éxito del Camino de Santiago yace en que “es una ruta espiritual para la persona que no se resigna a dejarse asfixiar por la referencia puramente personal o por la actitud que le impide ver otra dimensión trascendente de la vida, el peregrino descubre las novedades dentro de las dificultades que se encuentra a la hora de reiniciar una nueva etapa”. También explica que percibió la realidad transformadora del peregrino cuando el Camino de Santiago fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.