Jiménez: "Cuando el sabio señala la luna el necio mira al dedo, pues lo mismo con Marlaska y el informe"

La oposición cerca en el Congreso a Marlaska, que niega cualquier «injerencia» en el informe del 8-M

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Antonio Jiménez

Publicado el - Actualizado

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El ministro del Interior, como saben ustedes, todavía no ha dimitido, pero eso sí, hoy ha tenido que escuchar graves, gravísimas acusaciones, epítetos durísimos por boca de los portavoces de la oposición. Le han expulsado de "miserable, indigno y de traidor" incluso. Fíjense ustedes, "miserable, indigno y traidor". Son los epítetos, acusaciones que ha escuchado Grande-Marlaska sentado en el banco azul del Gobierno.

En fin, él continúa adelante a pesar de que desde la oposición está muy claro, así se lo han hecho saber, que él actuó de una forma arbitraria decidiendo de esa manera la destitución de un jefe de la Guardia Civil por cumplir la ley, ese jefe de la Guardia Civil, el que estaba incumpliéndola, evidentemente, en ese caso sería el ministro para obligarle a hacer algo que realmente le impedía la justicia, y en este caso una juez a propósito de ese informe que solo tenía que recabar en las manos de la juez que entiende sobre ese caso y en ningún momento conocerlo el Gobierno. Y menos el ministro de Interior o la directora de la Guardia Civil como se pretendía.Dicho lo cual, hay una clara intromisión, aparentemente clarísima intromisión del Poder Ejecutivo en el Poder Judicial, o sea, una interferencia muy grave que ha generado todos estos escándalos y que pone de manifiesto cómo no se ha respetado no se ha querido respetar por parte de alguien que ha sido juez y es juez en definitiva, aunque ahora esté en calidad de político y ministro del Interior, no ha sabido respetar la independencia del Poder Judicial, de la justicia en definitiva que él ha defendido tantas veces desde la Audiencia Nacional.

Por lo demás, ha sorprendido, por ejemplo, el silencio que ha mantenido el presidente del Gobierno, que no ha salido durante la sesión de control al paso y ha defendido a su ministro. No ha dicho esta boca es mía. Parece que no quiere implicarse en este escándalo evidentemente. No ha querido decir nada que luego le pudiera implicar, más adelante, en este asunto que va a tener desde el punto de vista judicial más recorrido.

Y luego está el asunto del informe, hombre, el informe... Hay medios que dicen que tiene muchas irregularidades, que es un informe con muchos errores. Esto me recuerda a ese proverbio, viejo proverbio oriental, del sabio que con el dedo señala la luna y el necio se queda mirando al dedo y no a la Luna. El informe sería el dedo y lo importante, sin embargo, es la luna. La luna representa esa injerencia del Poder Ejecutivo en el Judicial, esa grave intromisión en la independencia de la Justicia. El dedo sería el informe, que en última instancia, si tiene tantos errores, pues ya lo decidirá la juez si realmente sirve para imputar al delegado del Gobierno de una forma mucho más contundente una vez le tome declaración y seguir investigándole o realmente lo rechaza, pero eso lo veremos más adelante.

Sorprende, en cualquier caso, que un informe que según esos medios está plagado de errores, pues haya preocupado tanto al Gobierno y haya generado este escándalo y este terremoto que ha suscitado todo esto en el seno de la Guardia Civil por culpa del ministro del Interior, Grande-Marlaska.