García-Page, en TRECE: "Ayuso le debe una comida a Iglesias, fue presentarse y el PP se disparó"
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha analizado la actualidad política en 'El Cascabel'
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha analizado este lunes en 'El Cascabel' de TRECE la actualidad de la crónica política, que pasa sobre todo por el fin el del estado de alarma en todo el territorio nacional y también por el resultado de las elecciones en Madrid del pasado 4 de mayo.
El presidente socialista también ha valorado su viaje a Roma, donde ha podido compartir unos minutos con el Santo Padre: "En lo personal, esto es de las cosas más hermosas que me han pasado en la vida. A cualquier creyente le resultaría extraordinario estar con la máxima autoridad moral, la experiencia es agradable, el comportamiento del Papa facilita muchísimo una situación que podría ser muy formal. He estado muy contento".
También ha explicado cómo se ha gestionado este viaje y la importancia que tiene para Castilla-La Mancha: "El arzobispo tenía pendiente una visita al Santo Padre. Le pedimos asistir con él tanto yo como la alcaldesa de Toledo. Le hemos obsequiado con una versión muy especial con una encuadernación singular imitando la época del Quijote. En la visita de San Juan Pablo II a España, mi padre fue el encargado de encuadernar los libros que se le entregaron en aquel momento al Papa. Me hacía especial ilusión. La cerámica es muy particular, un ingenio de la época del Quijote".
En clave política, Emiliano García-Page se ha referido a las imágenes que vimos en la madrugada del pasado domingo, cuando se observaron en varios puntos de España diversas aglomeraciones con motivo del final del estado de alarma: "En Castilla-La Mancha no ha habido ni de lejos, aunque somos una población más diseminada, lo que ha sucedido en las grandes ciudades. Estamos todos deseando convivir como antes de la pandemia, se expresa en la calle. Son una prolongación del salón de estar de casa. Asusta ver esto porque el virus va a seguir durante mucho tiempo. Aunque se vacune deprisa, queda para llegar a una vacunación universal. Hace 6 meses que estaba puesta la fecha del estado de alarma. Es contradictorio por mi parte, por un lado, estamos inmersos en la esperanza de la vacuna, pero todos los presidentes de autonomías tenemos la sensación de que con un mes más de disciplina ortodoxa, a pesar de que se ha portado muy bien la ciudadanía, siempre defiendo los criterios más comunes posibles en España. Pensaba que podría haberse aprobado un nuevo estado de alarma para 15 días, de manera que el suplicio de ir al Congreso, hubieran supuesto en torno a 3 o 4 millones de vacunaciones. Este último estado de alarma lo pedimos las comunidades autónomas".
En este sentido ha explicado cómo procede su Gobierno para controlar la situación: "Hacemos un seguimiento muy minucioso. A poco que aumente la movilidad al quitar las medidas de contención, es lo peor para el virus y aumentarán los casos de contagios en todo el país. Estamos en inercia de la bajada y los datos han sido razonablemente bajos. Hemos entendido que los tribunales quizá nos autorizaban sin estado de alarma a perimetrar municipio a municipio. Quedan pendientes decisiones y el pronunciamiento del Supremo".
Sobre las elecciones en Madrid, Page ha señalado que no se trata de un cambio de tendencia en la política nacional, pero sí un punto de inflexión: "Un cambio de ciclo no termino de ver y menos como consecuencia de las elecciones en Madrid. Al ritmo que tenemos elecciones, casi cada seis meses podríamos decir que hay un cambio de ciclo. Sí me parece relevante que esto ha traído consecuencias. La persona que más ha condicionado la vida política del país ha sido Pablo Iglesias. Su salida es muy trascendente porque el Podemos que vendrá no sé cómo será, creo que será más bien un ‘pudimos’ que un ‘Podemos’. El otro partido, Ciudadanos, en estas elecciones han certificado un finiquito muy considerable, se les plantea una situación muy difícil. Hay una parte de la sociedad que en estos momentos ve con menos dramatismo a Vox porque Iglesias ha asustado a mucha gente. A la presidenta Ayuso le diré que más que deberle una a España como dijo, le debe una comida a Pablo Iglesias porque fue presentarse y el PP dispararse".
Por último, el líder del socialismo en Castilla-La Mancha señala que sentiría mucha pena si se aplican los expedientes de expulsión contra Nicolás Redondo y Joaquín Leguina anunciados en la Junta Federal del PSOE: "Expulsión automática no puede haber salvo casos muy flagrantes. Lo lamentaría mucho, llevo tiempo sin hablar con él, pero es una persona muy capaz política e intelectualmente. Es una persona de envergadura política. En el PSOE, a partir de un momento en el que se desabrochó la situación con las primarias hace años, el margen de generosidad con unos y otros se ha aumentado muchísimo. Hubo tiempos cuando empezó yo que casi nadie se atrevía a llevar la contraria. Ahora es difícil. Lo tomamos como debate interno y democracia. El PSOE perdería un activo importante de valor".