¿Te parece bien que el Gobierno nos diga qué alimentos tenemos que consumir para combatir la desigualdad?

En solo cuatro años el ministro de Consumo ha pasado de apostar por el solomillo de ternera, el carpaccio del mismo animal aderezado con queso parmesano o las finas y sabrosas lonchas de jamón con las que agasajó a sus invitados de enlace, a censurar abiertamente los riesgos que entraña para la salud el consumo habitual de carne.

Recomendaba el titular de Consumo a los españoles que redujeran su consumo de carne por "perjudicar a la salud y al planeta". Advertía de que el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas, y avisaba de que para un kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua.

Desde su nombramiento al frente de Consumo, su gestión se ha caracterizado por sus polémicas propuestas intervencionistas. Entre ellas, la prohibición de la publicidad de alimentos y bebidas "no saludables" para reducir el consumo de estos productos por parte de los menores. De esta manera, la televisión, la radio y demás plataformas de comunicación no podrán emitir este tipo de anuncios en programas cuyo público objetivo es menor de 16 años.

Ahora, Alberto Garzón ha lanzado un recetario para cambiar hábitos de consumo junto a la nutricionista Marián García (Boticaria García) y editado por el Ministerio de Consumo, con el que se ha mostrado "esperanzado" en conseguir "cambiar los hábitos de consumo" de la población española.

"Nuestro objetivo es contribuir a cambiar hábitos de consumo a través de un cambio de incentivos, nosotros no decimos a la gente lo que tiene que comer o lo que tiene que dejar de comer, son decisiones individuales, lo que le ponemos es toda la información delante, proporcionada por la Ciencia, por los divulgadores, por la sociedad civil, que explica cuáles son las diferentes trayectorias si uno tiene unos hábitos saludables o no saludables", ha explicado Garzón.

El libro contiene 40 recetas rápidas de cocinar, asequibles y "apetecibles", con las que quieren "plantar cara al fast food", tal y como ha destacado la autora, Marián García.

"Sonaba muy bien cambiar las patatas fritas por chips de kale, snacks sencillos, pero faltaba algo y ese algo más que podíamos hacer es la importancia de la pedagogía", ha explicado García.

El ministro ha hecho hincapié en lo útil que puede ser este libro para las familias trabajadoras, con presupuestos más ajustados a la hora de hacer la compra y menos tiempo para ir al supermercado y elaborar los menús. "Hay una vinculación entre la pobreza y los indicadores agravados. La tasa de obesidad infantil es el doble en familias más pobres que entre familias más ricas", ha alertado.