10 años de la JMJ de Madrid (IV): "Me dijeron que el Papa iba a venir a mi trabajo; para mí fue un regalo"

Revive en TRECE el encuentro del Papa Benedicto XVI en el Hospital Fundación Instituto San José con los enfermos y las personas discapacitadas

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Santiago Tedeschi Prades

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6 min lectura

Uno de los actos más sorprendentes y también conmovedores durante la JMJ de Madrid de hace 10 años fue la presencia de Benedicto XVI en el Hospital Fundación Instituto San José. El Papa se trasladó hasta allí para conocer cómo se cuidan a los enfermos y cómo es el tratamiento que reciben en el Hospital.

La Fundación Instituto San José es un hospital especializado en rehabilitación neurológica, traumatológica y cuidados paliativos.

La llegada de Benedicto XVI al Hospital Fundación Instituto San José

Ángel Alberto García conoció a San Juan Pablo II en 1995 en Roma y en 2011 a Benedicto XVI en Madrid: “Fue un momento especial en el que vivimos intensamente la visita de alguien que era más de una persona, era una figura que trasciende lo político e incluso lo religioso”.

Ángel además contó que en el año 1995 acudió “como representante de la Fundación al Encuentro Mundial de colaboradores y hermanos conmemorando el quinto centenario del nacimiento de San Juan de Dios en Roma. Tuvimos una audiencia privada con San Juan Pablo II y tuve la oportunidad de conocerle personalmente, lo pude saludar, me bendijo, toqué sus manos y viví una experiencia realmente increíble”.

Lo realmente increíble para Ángel que tras visitar a un papa en el Vaticano “después de unos años te dicen que el Papa viene a tú a casa, que viene a verte a ti. Es una sensación de incredulidad y lo integras como algo histórico para ti y para la Fundación. Si para cualquier amigo o familiar haces de tu casa el lugar más acogedor, ¡cómo no hacerlo para el Santo Padre! Entonces la casa se vistió de gala y todos dimos lo máximo”.

Ángel recuerda que vivieron ese momento, “junto con mis compañeros, como una verdadera fiesta porque hubo una gran capacidad de encuentro y de soñar todos juntos. Se vivió un gran sentido de comunión que ninguno olvidaremos los que estuvimos allí”.

El Papa Benedicto XVI dijo en su discurso en el hospital que “la grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre. Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana”.

Ángel, 10 años después, está convencido que “realmente esas palabras tienen mucho sentido ahora. Después de 10 años nos encontramos con una pandemia donde los sanitarios, la enfermedad, la vida es algo que se valora mucho más. Aquel momento significó para mí un antes y un después. El Benedicto XVI que conocimos aquí fue una figura muy cercana. Cuando realmente tienes la posibilidad de conectar con la persona, realmente lo vivimos como una persona ya mayor, pero totalmente metido en el papel en el que estaba en ese momento con nosotros”. Diez años después, Ángel conserva todo el ‘merchandising’ de la JMJ de Madrid: “Lo guardo con cariño y la mochila la utiliza a menudo. Me hace recordar esos momentos tan importantes que vivimos en lo personal”.

La reacción de Ramona a la llegada del Papa y el discurso de Antonio

Ramona Mesa fue una de las trabajadoras del hospital que estuvo presente en el encuentro con el Papa Benedicto XVI: “La noticia que íbamos a recibir la visita del Papa para mí fue un revulsivo de emoción. Tengo detrás de mi historia haber sido una joven de los años 80 de otro Papa, San Juan Pablo II. De golpe me encontré que Benedicto XVI iba a venir a mi trabajo; para mí fue un regalo. Sabía que era el momento de vivir aquello sin dejar pasar nada, una oportunidad única para poner en práctica la hospitalidad que siempre habíamos tenido como un valor importante en la fundación y lo conseguimos”.

Antonio Villuendas fue uno de los voluntarios de la JMJ y el encargado de leer el saludo inicial al Papa en el Hospital Fundación Instituto San José: “Yo me acuerdo que cuando estaba en el departamento trabajando, me presentan a un cura, nos conocimos, nos tomamos un café y se sorprende que con la discapacidad que yo tenía pude terminar la carrera de arquitectura y me dicen que era uno de los candidatos para hacer el discurso a Benedicto XVI aquí en la fundación. Estaba superemocionado, no me lo esperaba”.

Yo he nacido prácticamente sordo, no diría una discapacidad simplemente una limitación. El primer implante me lo pusieron a los cuatro años y el segundo a los diez” cuenta Antonio que relató a Benedicto XVI cómo logró superar esta limitación y salir adelante. “Me daba muchísima vergüenza hablar delante de Benedicto XVI, pero ese día fue para mí prácticamente un milagro. Cuando empecé mi discurso me olvidé de todas las cámaras que había detrás y solo me centré en Benedicto XVI que estaba allí por nosotros. Simplemente quiero darle las gracias por venir a Madrid y tener uno de los mejores recuerdos de toda mi vida” subraya Antonio.

Cuando fue a saludar al Papa, Antonio quiere recordar “que había visto una lágrima al saludarle, yo creo que estaba muy emocionado y yo estaba a punto de explotar. Cuando terminé de dar el discurso me encontré con un chico con síndrome de Down que me dijo: ‘Si tú puedes, yo puedo’".

El sueño cumplido de Cristino

Cristino Pérez fue una de las personas que asistió al encuentro con el Papa Benedicto XVI en la Fundación que gestionan los hermanos de San Juan de Dios: “Érase una vez de una persona que estaba en un centro rehabilitándose y conoció al Papa. Fue poco lo que le vi o le escuché, pero para mí fue suficiente, lo tengo como un bello recuerdo”.

“Era como un sueño cumplido poder ver al Papa Benedicto XVI, fue un momento muy emotivo y con muchas ganas de poder estar con él. Es un bello recuerdo para poder contarlo a todos” dice Cristino.

El reconocimiento del Papa a las personas discapacitadas

Rafael Martínez es el superior de la Comunidad de la Fundación Instituto San José y recuerda cómo empezó a gestionarse la visita del Papa: “Quería tener un encuentro con jóvenes discapacitados y el arzobispo de Madrid pensó que el centro reunía las condiciones para poder hacer este evento. Cuando daban las 20 en el campanario, hacia su entrada el Papa y fue muy emocionante”.

El Papa hizo un reconocimiento muy importante a todo lo que hacía la Iglesia a favor de las personas discapacitadas. Puso en valor a estas personas reconociendo que tienen una dignidad, unos derechos que había que reconocer. Fue un momento histórico para todos los que formamos la familia de San Juan de Dios” recuerda Rafael

Benedicto XVI regaló a la fundación un icono en mosaico que representa a Cristo bendiciendo y con los evangelios en la mano y el superior de la orden hizo entrega al Papa de un libro con fotografías de San Juan de Dios. “Supuso para nosotros un hecho histórico, era la primera vez que un Papa visitaba una casa con hermanos de San Juan de Dios. Fue un reconocimiento a la labor que se estaba haciendo en la Fundación” subraya Rafael.

El Hospital Fundación Instituto San José lleva 122 años ofreciendo hospitalidad a los más necesitados. Benedicto XVI concluyó su visita a la fundación firmando el libro de visitas. “A mí me marcó y me convenció de que la misión que tenemos dentro de la iglesia es importante y vale la pena reconocerlo y darle las gracias al Papa para este encuentro” dice Rafael.

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